Un viejo refrán popular reza, que no por mucho madrugar amanece más temprano, pero otro que pareciera llevar la contraria, dice que las oportunidades las pintan calvas.
Recurro a la sabiduría popular, porque estamos en un momento estelar de la República, donde precisamente la SOBERANÍA POPULAR se ha expresado de manera contundente en favor del proceso de cambio que todos queremos, cuando el pasado 6 de diciembre eligió una mayoría calificada en el parlamento nacional, para ponerle freno al disparate de gobierno que tenemos y al fracasado modelo económico que nos ha llevado a la dramática e insostenible situación que nos mantiene en estado shock, por las peligrosas variables en materia de desabastecimiento, alto costo de la vida e inseguridad que se han adueñado de la Nación.
Cuando recurro a estos adagios populares, es porque la nueva representación parlamentaria está obligada, por el compromiso contraído con el pueblo, a adoptar las decisiones para hacer realidad esos cambios en todos los órdenes de la vida del País, hay que actuar con la premura que la crisis impone, porque no hacerlo es permitir que la situación empeore y nos lleve al colapso total; la nueva Asamblea Nacional no puede dejarse atar de manos ni aceptar como buenas las estrategias dilatorias propuestas por Maduro y unos poderes constituidos, que fueron designados, precisamente para blindar al régimen e impedir la transformación y relevo de esta llamada revolución bolivariana, porque toda la sociedad está esperando decisiones firmes que conduzcan a la reinstitucionalización del País, con miras a dotarlo de poderes públicos serios y representativos que respondan a la Constitución; la descentralización establecida en la Carta de 1999 expresada en los gobiernos regionales y locales electos por el pueblo aguarda por que se restituyan sus valores, les devuelvan sus competencias y recursos y se apruebe la Ley de Hacienda Pública Estadal en mora constitucional desde el año 2001 conforme a la disposición transitoria consagrada en la Constitución de 1999; las Universidades claman por decisiones urgentes que reconsideren el cerco presupuestario que lleva 8 años para evitar su paralización total y desaparición, el cambio de rumbo en la política de seguridad requiere de una reingeniería total para su despartidización y profesionalización, porque la sociedad no resiste mas la escalada de la violencia que este año enlutó a más de 27.000 en toda Venezuela; en palabras más o palabras menos, estamos obligados a cumplirle a los venezolanos con la prontitud que lo están exigiendo, más aún cuando el régimen actúa como fiera acorralada lanzando zarpazos de autoritarismo, prepotencia y arrogancia, con el equivocado propósito de mantener un modelo que a todas luces fracasó y a sabiendas de que perdieron el apoyo popular. Las decisiones son de carácter inaplazable, para evitar una nueva frustración nacional, que nos conduzca a la anarquía y el caos definitivo.
«Quienes defienden el derecho a la vida de asesinos, avalan la pena de muerte de ciudadanos inocentes»
DC / Lic. Pedro Segundo Blanco / ex Parlamentario del estado Sucre / petersecond1@hotmail.com / @pedrosegundoABP