La miel tiene una composición química inusual que la mantiene fresca indefinidamente sin echarse a perder como se ha visto en frascos recuperados de tumbas egipcias. Es particularmente baja en humedad y extremadamente ácida, lo que la hace un territorio inhóspito para bacterias y microorganismos. Y además de ello, las abejas añaden una enzima, la glucosa oxidasa, que crea el peróxido de hidrógeno como un subproducto.
Gracias a todo ello, la miel ha sido utilizada como un remedio medicinal por milenios y milenios. Y desde entonces, de la mano de tener un sabor delicioso y usarse para endulzar todo tipo de alimentos, la miel es usada para curar todo, desde rozaduras hasta cáncer. Las siguientes son algunos de los beneficios más conocidos de la miel, ya sea confirmados por la ciencia o pasados de generación en generación. Sus beneficios van mas allá de su dulzura:
DC/Agencia