Bajó 45 kilos a base de pizza

El chef italiano Pasquale Cozzolino se fue a vivir a Nueva York con 167 kilos porque no podía parar de comer galletas Oreo. En cuestión de meses bajó 45 kilos con otro manjar: a base de pizzas.

«En Italia no teníamos esas galletas y las descubrí cuando vine a vivir a Nueva York. Me gustaba comer 10 ó 12 galletitas por día pero luego terminé comiéndome una caja entera. Era como una droga para mí. Además, consumía dos o tres latas de gaseosas diarias»,  expresó Pasqueale.

Su límite fue cuando el sobrepeso le impidió jugar con sus hijos: chau, galletas, chau gaseosas, pero inventó una pizza que lo mantuvo satisfecho y sin engordar.

Pasquale bajó 45 kilos alimentándose con una pizza especial que él preparaba. Nadie lo podía creer, pero logró cambios sorprendentes.

La única manera de hacerlo era a comer lo que le daba placer y sin hacer sacrificios especiales. «Suena fácil, pero el punto es sólo eso: soy un gran amante de la pizza, me di cuenta de que iba a recibir los resultados de comer lo que quiera con la idea de hacer una dieta: una hermosa margarita: fermenté la masa de 24 a 36 horas y le puse tomates, mozzarella, aceite de oliva y albahaca».

«Una Margarita contiene de 540 a 570 calorías y te deja satisfecho. Por la noche, yo como mucho pescado y verduras. Hago esto cinco días a la semana. Entre otras cosas también tengo un día en el que como cualquier cosa», sorprendió el chef en su programa de Estados Unidos.

«De hecho, la pizza es un alimento completo: contiene proteínas, carbohidratos, grasas nobles, vitamina C, minerales, licopeno, antioxidantes, y entre las cosas con acción en la prevención de cáncer», añadió.

¿Esto es posible? Le dio la razón el Dr. Amy Shapiro, el famoso nutricionista estadounidense: «El cuerpo humano absorbe mejor una masa larga fermentación (como la pizza) y como el yogur ayuda a mantener una buena flora intestinal. Las personas que no tienen una flora bacteriana equilibradas por lo general tienen problemas para perder peso». Eso sí: no aclaró nada del moscato ni del fainá.

DC/elintransigente.com