La política en Venezuela ha estado sobreviviendo a los continuos errores de los gobernantes de turno, donde los ciudadanos en cada elección votan a favor o en contra de una oferta electoral pensando que habrá cambios.
La constitución de 1961 solo permitía un período presidencial de 4 años sin derecho a reelección lo cual daba paso a que si la gestión era mala en 4 años el daño al Estado era menor; y si la gestión era buena, impulsaría a que el candidato del partido de gobierno fuera electo. Sin embargo, tras la constituyente de 1999 el período se llevó a 6 años y se aprobó la reelección solo una vez, la cual, con la enmienda de febrero de 2009 pasó a ser indefinida. Quienes están en el poder quieren siempre más poder, eso ha pasado en todos los gobiernos de la cuarta república y la quinta república. La memoria del venezolano es corta, lo que permite olvidar rápido a los malos gobiernos y promesas incumplidas por alcaldes, gobernadores, concejales, diputados, legisladores y Presidente.
Si los ciudadanos están advertidos que en la cuarta y en la quinta república no supieron gerenciar la oportunidad brindada por los electores, ¿por qué muchos se empeñan en traer al escenario político electoral a los mismos actores que en el pasado no lo hicieron bien?, y ¿por qué los electores insisten en votar por emociones y no por los mejores?. Los gobernantes en Venezuela han corrido con la suerte de tener ciudadanos pasivos y pocos exigentes lo que les ha permitido a Organizaciones políticas, como Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia, permanecer con cuotas de poder en los Estados Zulia y Miranda por más de dos décadas; y al P.S.U.V. por 17 años en la presidencia, como si los gobiernos fueran reinados que se heredan, en donde los electores con su voto lo legitiman.
Actualmente gana terreno el pesimismo en todos los escenarios políticos, económicos y sociales en Venezuela, muchos pensaron que después de las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre la bancada opositora con 109 diputados hubiese podido lograr a ésta fecha (febrero 2016) algunos avances y que el gobierno leyendo los resultados hubiese rectificado en el rumbo económico del país, pero ninguno de los dos escenarios se ha cumplido, lo que ha provocado un conflicto mayor y altos niveles de incertidumbre que estimulan continuos rumores de golpe de Estado, expropiaciones, referéndum, constituyente, enmiendas, junta militar, intervención internacional, renuncia presidencial, conspiración, alianzas bajo la mesa de oficialistas y opositores, gobierno de transición, explosión social, default económico internacional, epidemias, emergencia de alimentos, emergencia por medicamentos, muertes de líderes políticos, artistas, funcionarios públicos, deportistas, intervención de bancos, delincuencia organizada, motines, disturbios, cierre de empresas, todos negativos, los cuales llevan a invadir las redes sociales lo cual eleva la angustia de los venezolanos.
Sin embargo, el único camino viable para lograr avanzar es que se reconozcan unos con otros, que puedan dialogar por encima de las diferencias de criterios en donde lo coincidente es salir de la delicada situación que enfrenta Venezuela. Los ciudadanos ya están advertidos de todos los errores de los líderes políticos y por tanto deben ser más cautelosos en eventos electorales futuros, tener la capacidad de no caer en manos de la empresa del rumor, buscar aliados para enfrentar la crisis, una explosión social o golpe de estado, sería el escenario menos favorable para todos. Los mesías que han llegado a la política venezolana para salir de la aguda crisis bastante daño han hecho; pero es que no se necesitan mesías, hacen falta Gerentes Públicos serios y comprometidos, el país está saqueado en todos sus aspectos, es el momento de devolverle a todos los venezolanos tranquilidad, prosperidad y armonía. Sin duda el poder engatusa, ciega, pero tener poder sin autoridad es una falsa y en este momentos los gobernantes y líderes políticos están escasos de autoridad, los ciudadanos advertidos a pesar que ya saben lo que les puede suceder suelen ser: o inocentes o atrevidos, y solo se arrepienten cuando les ocurre lo que fueron advertidos que les podía ocurrir. Como lo dijo Julián Barres “El mejor momento de la historia es cuando todo se colapsa porque significa que algo nuevo está a punto de nacer”.
DC / S.H. Jesús Castillo Molleda / Profesor Universitario, Politólogo, Emprendedor, locutor / jcastillo@fundacionzuliaproductivo.com / @castillomolleda