Toribio Rodríguez se acercó después de las 8:00 de la mañana de este lunes a una cola que se formó en la tienda de cosméticos Génesis en Villa Bolivia, por jabón de tocador y detergente.
El hombre de 76 años no resistía el calor y cuenta que junto a otras diez personas con edades similares a la suyadecidió entrar para al interior del negocio para hacer la cola. Habitualmente la fila se forma en el exterior del local.
“La gerente del local nos dijo que debíamos salirnos, que no podíamos estar allí, pero te aseguro que no estorbábamos a nadie y hacía mucho calor afuera. Al momento se acercó un Guardia Nacional que nos dijo que si no íbamos a respetar a la gerente, debíamos respetarlo a él y ofreció caernos a palo y hacernos acordar de nuestra madre. Después de eso, me fui, pero le exigí su nombre y me dijo que no tenía nombre”, expresó visiblemente afectado, cuando acudió a la sede del Correo del Caroní a realizar la denuncia.
“¿Es que acaso él no tiene madre y padre? Queríamos comprar jabón solamente y no hacerle daño a nadie”, dijo, al lamentar el maltrato tanto del efectivo del Destacamento 625, como de la empleada del establecimiento.
Rodríguez no pudo contener el llanto. “El país no puede aguantar más esto, ¿hasta cuándo?”, lamentó.
Expertos aseguran que la escasez de alimentos y productos de la canasta básica del venezolano oscila entre 50% y 80%, falla que se ha agudizado con la caída de la producción nacional, así como de las importaciones que anteriormente permitían suplir la demanda nacional.
El desabastecimiento obliga a los guayaneses a realizar largas colas a diario, algunas “a ciegas”, sin saber efectivamente qué producto venderán.
Los más afectados: niños, embarazadas y ancianos de la tercera edad, cuyas necesidades son mayores. A la escasez se suma el alza de los precios, que provoca que una familia deba invertir al menos 14,4 salarios mínimos para poder adquirir la canasta básica familiar, que se ubicó al cierre del 2015 en 139 mil 274 bolívares.
DC | Correo de Caroní