Hoy se cumplen dos años de la expulsión de Venezuela del canal internacional de noticias NTN24, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) reiteró su condena al gobierno de Nicolás Maduro por la instauración y mantenimiento de un «régimen de censura grosera» en perjuicio del derecho a la información de los venezolanos.
La SIP recordó que la expulsión de NTN24 se debió a una retaliación directa del gobierno de Maduro en respuesta a la cobertura periodística sobre las protestas estudiantiles. La señal de NTN24, con sede en Colombia, fue suspendida de las cableoperadoras el 12 de febrero de 2014 por órdenes de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel).
Los venezolanos pueden acceder a la señal de NTN24 en sus plataformas digitales. Sin embargo, la empresa denunció que ha recibido más de 50 ataques cibernéticos.
Pierre Manigault, presidente de la SIP, advirtió que «la suspensión de NTN24 forma parte de la estrategia de un ‘régimen de censura grosera’ por parte del Gobierno, para deshacerse de las voces independientes, incómodas y desafiantes a la verdad oficial».
Manigault, presidente del The Post and Courier, Charleston, Carolina del Sur, recordó que bajo «ese régimen fueron apagadas otras voces, como la de RCTV en 2007, momento desde el cual se fue advirtiendo un debilitamiento constante y sostenido de la vida democrática».
«Las consecuencias están a la vista», agregó.
La SIP reiteró su denuncia sobre las presiones contra las televisoras Globovisión y Televen. Estas forman parte de un grupo mayor de medios electrónicos que tienen sus licencias vencidas, y a las que CONATEL no renueva – y podrá clausurar definitivamente como en el caso de RCTV – bajo amenaza de que practiquen un periodismo independiente.
La SIP también denunció la presión contra los medios escritos, los que según su posición editorial son discriminados con la venta de papel periódico, actividad gubernamental monopólica que asumió la oficialista Corporación Maneiro.
Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, agregó que «ningún sistema puede denominarse democrático cuando se ataca tan visceralmente la libertad de prensa y de expresión». El director del semanario uruguayo Búsqueda, lamentó «la indiferencia de la comunidad gubernamental internacional que permanece callada ante la constate persecución de medios, periodistas y personas que son encarceladas por opinar distinto».
DC|NTN24