Un niño de 14 años murió por falta de un anticonvulsivo del que dependía hace seis años; y en esta oportunidad no pudieron suministrárselo en el hospital y tampoco lo consiguieron sus familiares.
Damarys Peña, madre del menor de edad, relató a Noticias Caracol que el niño falleció tras sufrir más de 500 convulsiones en tres días.
Confesó que “tenía miedo” de irse a Colombia porque pensaba: “Mi hijo es venezolano y si se enfermaba allá cómo me lo atendían. Y mira murió aquí por falta de un medicamento”.
Como si no fuera suficiente dramática la historia de Peña, el canal colombiano encontró a la madre del niño fallecido, cinco días después, en una larga cola al oeste Caracas para comprar alimentos y “darle de comer” a sus otros hijos.