Hay una cosa en la que todas estaremos de acuerdo: los tacones son preciosos y nos hacen ver bellas pero, empezar a sentir como el odio se va apoderando de ti por segundos. Afortunadamente, hay un montón de productos y trucos que convertirán tus zapatos de tacón alto de enemigos a mejores amigos.
Acorta el tacón
Si te has enamorado perdidamente de unos zapatos pero solo de pensar en cómo te dejarán los pies esos tacones de aguja de 12 cm, te echas a temblar, aquí va la solución: el zapatero puede recortar la altura del tacón para hacerlos más cómodos.
Concéntrate en tu forma de andar
Andar con tacones es realmente una ciencia. Un paseo en deportivas no es igual que toda una noche subida a unos stilettos y además es un peaje que paga todo el cuerpo. Cuando te calces unos tacones, involucra tus abdominales y apoya bien los talones para aliviar los pies lo más posible.
Llévalos con calcetines
Antes de sacarlos a la calle, ponte los tacones en casa con calcetines gruesos y anda con ellos unas cuantas horas. Este gesto amoldará un poco el calzado que, de otra manera, podría ocurrirte cuando estuvieras en la calle y con medias, con la consecuente aparición de rozaduras, ampollas…
Escoge el zapato según la forma que mejor va a tus pies
Parece una tontería pero, si sabes que los zapatos puntiagudos te van a aplastar los dedos o que al tener los pies planos cualquier calzado que supere los 7 cm te va a matar, ¡no te los compres! Hay un montón de opciones, solo tienes que buscar.
Elige tacones con plataforma
En general, los tacones con plataforma son más cómodos que los que no la llevan, así que, si tienes oportunidad, ¡elígelos siempre con plataforma!
Usa plantillas acolchadas
Si lo que más te molesta es la punta de los pies, recortar un poquito de plantilla y pegarla en la zona hará maravillas. Usa solo la plantilla entera si los tacones te quedan un poco grandes sino te darán calambres.
DC/Cosmopolitan