El papa Francisco arribó al Aeropuerto Internacional General Francisco J. Mujica de Morelia, en el occidental estado mexicano de Michoacán, y fue recibido por centenares de personas, entre ellos el gobernador del estado, Silvano Aureoles.
A las 8.45 hora local (16.45 GMT) el papa salió del avión y tras bajar las escaleras, pisó suelo michoacano y fue recibido por autoridades políticas y religiosas.
Entre ellas el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, y el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, también miembros del Gobierno Federal.
El papa Francisco se acercó a la grada y saludó a los centenares de asistentes, bendiciendo a los de las primeras filas.
De fondo, sonaba la tradicional «Danza de los viejitos».
En las gradas ondeaban varias banderas, entre ellas la de Argentina, de donde es el primer papa latinoamericano.
Acto seguido, en su trayecto por el aeropuerto, fue recibido por un grupo de personas quienes llevaron a cabo bailes tradicionales vestidos con la ropa típica de la región.
También se colocó un sombrero tipo sahuayo, por unos instantes, y se dejó tomar fotografías con teléfono móvil y cámaras digitales por muchos de los ahí congregados.
Tras la recepción, el papa se subió a un helicóptero que lo trasladará hacia las cercanías del estadio Venustiano Carranza.
Está previsto que la última decena de kilómetros hasta el estadio los lleve a cabo en papamóvil.
En el recinto, con gran escenario blanco dispuesto en el centro con una imagen de la virgen de la salud, patrona de Michoacán, el pontífice ofrecerá una santa misa con sacerdotes, religiosos, consagrados y seminaristas.
A las 15.15 hora local (21.15 GMT) visitará la catedral de Morelia y será sobre las 16.00 hora local (22.00 GMT) cuando llevará a cabo un esperado encuentro con jóvenes en el estadio José María Morelos y Pavón.
Este es el penúltimo día de visita papal, que cerrará este miércoles con una visita a la localidad fronteriza de Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua, donde visitará un centro penitenciario, mantendrá un encuentro con trabajadores y oficiará una misa en la frontera con Estados Unidos.
DC|EFE