Quedan al descubierto: «Chavistas en el imperio»

Ese es el título del libro de 536 páginas, escrito por Casto Ocando. De ellas, 72 contentivas de 844 notas de apoyo documental al contenido. Es un documento aterrador, que debería servir de base a la Comisión de Contraloría de la AN, y a la oposición en general, para promover dentro y fuera del país una exhaustiva investigación. Para mi es imposible hacer un resumen de tan extenso material, pero debo decir algunas cosas.

En estos tiempos cuando se le impone a la sociedad todo tipo de sacrificios y penalidades, cuando se ha destruido por completo la calidad de vida del ciudadano, es necesario saber cómo es que esto ha ocurrido durante 17 años de esta desgracia llamada revolución. Dentro de los temas que aborda el libro destaca la corrupción del régimen la cual ha generado el más profundo y grotesco saqueo que haya padecido Venezuela en su historia. Recientemente Nicmer Evans, dirigente chavista, ha estimado en 400 mil millones de dólares, lo robado al país a través de las mafias del gobierno y sus asociados.

El libro abunda en detalles con nombres de empresas, revela una telaraña mafiosa con nombres y apellidos, señala propiedades y bienes diversos adquiridos en Estados Unidos, por la más extensa y compleja red que se haya tejido para disponer de los recursos de Pdvsa, la CVG, y de otros organismos gubernamentales. Cita numerosos casos de corrupción que han sido investigados en USA y que han culminado con gente presa allá, y que en Venezuela ni siquiera ha promovido un paripé para disimular. El último caso por cierto, el de Roberto Rincón -una gota en el océano de corrupción chavista- incluye una acusación por lavado de dinero proveniente de Pdvsa, por más de 1.000 millones de US$. Mientras aquí, después de hacer por horas humillantes colas y no conseguir papel tualé, aceite, café, una batería etc., el libro registra la adquisición de propiedades inmobiliarias, aviones, yates, carros, valoradas en millones de dólares, compradas por gente vinculada directamente al gobierno, o a famosos boligarcas o bolichicos, asociados con ellos.

Los millones de dólares gastados por el régimen a través de la embajada y de otras vías, para ganar adeptos y desarrollar campañas de relaciones públicas a través de programas de radio, tv, contratación de bufetes, creación de grupos de presión, atenciones especiales a políticos, actores, directores de cine etc., constituyen una afrenta al hambre que pasan los venezolanos.

Otra área con información abundante es la destinada a la vinculación y financiamiento del régimen a gobiernos terroristas y a grupos narcoterroristas como Hezbollah, Al Qaeda, Farc, ELN, ETA, algunos de los cuales han llegado a operar en Venezuela con el respaldo del régimen. Están los datos suministrados directamente al autor por Walid Makled, información que ya había suministrado a la DEA, durante su prisión en Colombia, en la cual señala nombres de civiles y militares vinculados al negocio de la droga.

El régimen creyó que los precios del petróleo seguirían por las nubes y ello bastaba para drenar algunas migajas y tener tranquilo al pueblo. Hoy la situación es muy distinta, incluso, algunos altos jerarcas del régimen previendo las consecuencias de los delitos en los que se podía demostrar que estaban incursos, algunos de ellos considerados de lesa humanidad y que no prescriben, optaron por negociar con las autoridades norteamericanas suministrando información a cambio de beneficios procesales. Es el caso del militar y magistrado Aponte Aponte, del militar y gobernador, Rafael Isea, del Capitán Salazar y tantos otros. No escapa al libro lo relativo a la inmensa fortuna gastada por el régimen en la compra de armas, cifras que hoy se estima en más de 20 mil millones de dólares, en un país que padece unos servicios públicos cavernarios.

El libro toca el uso del petróleo como vulgar chantaje para comprar apoyos en los organismos internacionales. Viene a cuento en este momento, cuando a los venezolanos se les castiga con el aumento del precio de la gasolina, con cortes eléctricos, recordar que a Cuba se le despachan 100 mil barriles diarios, y también son beneficiarios los países del alba, petrocaribe etc. Millones de dólares que se regalan fuera mendigando apoyos cada vez menos confiables, mientras se somete al país al escarnio de una vida precaria y peligrosa, con escasez de todo, con crisis de agua, electricidad, medicinas y un hampa dueña de las calles. Si solo fuera cierto el 10% de lo señalado por Casto Ocando, un gobierno con un mínimo de decencia, ofrecería excusas al país y procedería a investigar con rigor y seriedad. Pero de eso hay que olvidarse, es una tarea para el nuevo gobierno, y eso es lo que temen los jerarcas rojos.

DC|TC

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