El tradicional «bloco» de las Carmelitas madrugó hoy para festejar un Carnaval que, tras el frenesí de dos noches de desfiles en el Sambódromo, entra hoy en su recta final para tristeza de los cariocas, que ya comienzan a pensar en el próximo año.
Zancos de madera, capas de superhéroes, una inimaginable colección de los mas variopintos disfraces, cervezas, música y hábitos, sobre todo muchos hábitos, hicieron las delicias de los miles de asistentes que se acercaron este miércoles a esta tempranera fiesta.
DC|EFE