Dejando un legado de simpatía y talento en la palestra nacional, este venezolano supo entrar en los corazones de muchos, no solo con su destreza y manejo en escena, sino, con la capacidad de llegar a cada ciudadano que recibía su mensaje. Periodista, narrador, animador de programas de televisión y radio, publicista, corredor de autos de carrera y político, Renny Ottolina fue baluarte en la sociedad venezolana.
La infancia de Ottolina fue muy incesante en el tema de los estudios, debido a que por razones de irreverencia en su conducta existió la necesidad de ser traspasado a distintos institutos educativos. Renny incursionó en la radio a los 17 años y desde entonces mantuvo una evolución constante en su formación como profesional.
Fue contratado por la televisora privada dando inicio al programa matutino de variedades y entrevistas, «Lo de Hoy» el cual continuarían años después, con otro concepto.
Viajó a Francia y participó junto con el empresario automovilístico Lino Fayen y el corredor de automóviles Armando Capriles en la carrera de las 24 horas de Le Mans, bajo su propia escudería, manejando un vehículo Mercedes Benz. Posteriormente viajó a Estados Unidos contratado por la cadena radiotelevisiva ABC, y es en ese país estudió las técnicas de producción de televisión, además trabajó en la estación de Nueva York de dicha empresa, de lo cual aparentemente no existen registros videográficos.
Ottolina tuvo tanto arraigo y poder de convocatoria en los medios de comunicación que su palabra llegó al escenario político, creando el partido MIN (Movimiento de Integridad Nacional) y haciéndose candidato presidencial por recomendación viva de sus hermanos Vinicio y Parsifal De Sola.
En su trayectoria política, Ottolina acompañado de su asesor jurídico Joaquín Silveira, solía leer pensamientos de Simón Bolívar a diario y los desglosaba para dar a conocer los ideales del Padre de la Patria. Utilizaba constantemente la televisión para crear conciencia, cuidar al país y amar los ideales del Libertador. Renny fue un activo opositor al gobierno del Presidente Carlos Andrés Pérez hasta su muerte.
Su desaparición física fue trágica e inesperada por todos. El 16 de marzo de 1978, una avioneta que lo trasladaba a Porlamar a una reunión de empresarios, se estrelló en las inmediaciones del Pico Naiguatá, incidente en el cual fallecieron todos los ocupantes de la misma.
Aunque la muerte de Ottolina arrastró una serie de críticas y polémica de parte de sus ‘contrincantes políticos’, no cabe duda que este personaje quedó marcado en la historia contemporánea de Venezuela.
DC|Tves