La sociedad tiene el derecho de estar informada pero el gobierno aplica el garrote para cerrar medios y evitar que la gente se entere de la dura realidad que atraviesan los venezolanos.
Los periodistas y trabajadores de la prensa en Venezuela protestaron contra el gobierno nacional por su política de negar el derecho a los ciudadanos para que estén informados y para lo cual utiliza todos los medios a su alcance, a fin de que la gente no sepa lo que ocurre en el país.
La concentración de los profesionales de la prensa ocurrió en la Av. Francisco de Miranda, a la altura de Los Cortijos de Lourdes, cerca del diario El Nacional, víctima constante de los vejámenes del gobierno nacional. La protesta se extendió a los estados Sucre, Portuguesa y Miranda. El Zulia hará la protesta el jueves.
La iniciativa fue organizada por la Asociación Civil Expresión Libre, Espacio Público, la seccional Distrito Capital del Colegio Nacional de Periodistas -CNP-, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa -SNTP- el Círculo de Reporteros Gráficos de Venezuela -CRGV-y las seccionales de los diferentes estados donde se produjo la reacción de los periodistas venezolanos.
Silvia Alegrett, coordinadora general de Expresión Libre, periodistas por la paz y la democracia, destacó que el gobierno de Maduro controla la venta del papel prensa, tintas y planchas necesarias para la elaboración de los periódicos, dejando sin papel a los medios que lo critican, en una acción que intenta doblegarlos.
“Existen 85 periódicos en peligro de cierre por falta de insumos y de los 115 diarios que circulaban en 2013, quedan unos 92. Solo en Semana Santa, -agregó-, 17 periódicos de diferentes ciudades del país dejaron de circular con el propósito de ahorrar papel”.
Comentó la dirigente gremial, que los periódicos que sobreviven han reducido sus páginas y el número de ejemplares que imprimen, lo que significa la pérdida del 70 por ciento del espacio que estaba destinado a informar a los ciudadanos.
Medios audiovisuales
La protesta de los periodistas se extendió a los medios audiovisuales. Lisbeth de Cambra, secretaria general de la seccional Distrito Capital del Colegio Nacional de Periodistas afirmó que para que los medios funcionen tienen que tener un permiso del gobierno. “Hoy, -dijo-, mas de 200 emisoras tienen su concesión vencida y Conatel (órgano regulador) no las renueva con el fin de presionarlos para que eliminen programas de opinión y noticias que denuncien las fallas gubernamentales”.
Los medios de comunicación viven de los anuncios publicitarios y el sector oficial es el principal anunciante. “El gobierno, entonces, solo coloca cuñas en televisoras y emisoras de radio que no critiquen su gestión. Esa es una de las razones por las cuales algunos medios se han visto en la necesidad de cerrar sus operaciones”, sostuvo De Cambra.
Libertad de Expresión
En Venezuela la libertad de expresión se encuentra en una grave situación. Eduardo Orozco, expresidente del CNP, directivo de Expresión Libre y de la organización Periodistas y Punto, hizo énfasis, en que los periodistas continuamente son víctimas de agresiones verbales por parte del Presidente de la República, ministros, gobernadores, alcaldes y afectos al régimen. La Guardia Nacional Bolivariana, GNB, la Policía Bolivariana y policías regionales y municipales de gobernaciones y alcaldías pro gobierno agreden físicamente a periodistas, mientras intentan hacer su trabajo.
Comentó el periodista Orozco que esta política de agresión del gobierno se ve reflejada en el informe de la ONG Espacio Público correspondiente al año 2015, a través del cual se denunció que en ese año se produjeron 287 violaciones a la libertad de expresión. “En 93 casos, -apuntó Orozco-, se utilizó la intimidación para impedir la cobertura de los hechos noticiosos mediante la restricción del ingreso a espacios públicos, asalto y robo de equipos por parte de funcionarios gubernamentales”.
Concluyeron los líderes gremiales que estas denuncias están siendo elevadas al ámbito internacional, en virtud de que en Venezuela los poderes están bajo el mando del Ejecutivo y, por lo tanto, nuestras demandas no son escuchadas y menos investigadas.
DC|NP