Los gobiernos de Bolivia y Rusia suscribieron este domingo acuerdos para la construcción de un centro de investigación en tecnología nuclear con fines pacíficos, que apunta a convertirse en el mayor de su tipo en América Latina.
«Ahora podemos garantizar estas grandes obras de impacto con cooperación, de Rusia, a veces de China, a veces de Europa. Que bueno sería que otras potencias también estén presentes con inversión y cooperación y no solamente con agresión (y) con provocación», señaló el presidente boliviano Evo Morales, durante el acto de firma de documentos.
La planta, cuya construcción demorará cuatro años, tendrá un costo total de 300 millones de dólares, contará con tecnología rusa y estará situada en la ciudad de El Alto, aledaña a La Paz, habitada sobre todo por migrantes campesinos.
«Aplicaremos el máximo de esfuerzo para que toda la experiencia rusa y todo el conocimiento que tenemos en el sector nuclear sea plasmado en este centro de investigación que será el mejor de América Latina», aseguró Sergey Kiriyenko, director de la Corporación rusa Rosatom.
El proyecto consta de tres componentes: médico, alimenticio y de investigación. Tendrá un Centro para el diagnóstico precoz de cáncer e investigación de enfermedades coronarias, una planta multipropósito de seguridad e inocuidad alimentaria, y un reactor nuclear de investigación científica con fines pacíficos.
«Hablando con el presidente (ruso Vladimir) Putin, dijimos que Bolivia tiene derecho a tener este centro de investigación en energía nuclear. Vamos a ser el último país de Latinoamérica en tener este centro. Va a ser el más moderno y grande de América Latina, aunque yo solo había pedido (que lo fuera) de Sudamérica», apuntó el mandatario boliviano.
Morales instruyó la pronta ratificación de los acuerdos suscritos y la creación de una empresa estatal que estará a cargo de la administración del centro nuclear.
DC|EI