El Día Internacional de la Mujer, por Luis Acosta
El día 8 de Marzo es la fecha dedicada a la mujer Internacional. Es el día de Eleonor Roosvelt. De madame Curie. De Gabriela Mistral. De Menca de Leoni. De Cecilia Sosa, Mármol Luzardo y Nancy Reagan. También de Luisa Cáceres de Arismendi. Sin olvidar a María Félix y a Doña Bárbara la mujer extraordinaria creada por el maestro Don Rómulo Gallegos y el Premio Nobel de La Paz: Rigoberta Menchú.
Genio y figura como Majhama Ghandy. Hay en este dificultoso mundo de ayer y hoy. Las mujeres más encantadoras; santas; sabias y sofisticadas como La Madre Teresa de Calcuta. O el talento y carácter espectacular de Margaret Theacher. O la genial compositora María Griver o la fenomenal Indira Ghandy o, porque no: Evita Perón. O Chirles Temple la muñequita de los risos de oro. Tampoco podemos olvidar a la Señora dueña de la salsa Doña: Celia Cruz.
Prolífero ha sido el mundo latino; norteño; europeo; asiático y africano y por añadidura oceánico en el crecimiento y distinción de tanta mujer excelsa que Dios no ha dado. Razones -de sobras- de Napoleón cuando aseguraba que: “detrás de cada hombre grande hay una gran mujer” que sentido de la grandeza tuvo Bonaparte para aflorar de su pensamiento semejante señalamiento que hoy; se queda corto en el tiempo.
En efecto, la mujer con el tiempo se ha preparado para reparar los disparates matrimoniales y sociales del hombre y de presentarse como sustituta para jefaturalos hogares incompletos y abandonados de la época. Ellas, al enfrentar los situados fortuitos que arremeten contra la salud familiar logran solventarlos y persigue sin miedo y con coraje y voluntad, el éxito político y social de sus hijos.
La Esposa singular revienta apresurada y leal para ayudar el desarrollo de sus obligaciones no importando su tamaño o volumen. La Función de Hermana Mayor se eleva como nube del cosmo para la aplicación necesaria y útil.
La Amiga dispuesta a fomentar los lazos entre las familias y la sociedad. En efecto, la incorporación de la mujer al mundo energético y cibernético creció dados estos vínculos y acercamiento. Es decir, se aúpan entre todas. La Suegra querendona y respetuosa se desarrolló en los mejores hogares y crecieron –con su ayuda- los fundamentos básicos de la familia.
La Abuela consejera, cordial, amorosa y profunda ha sido el norte final de la hija angustiada y para absorber el nieto como el nuevo hijo que se presenta.
Al final: La Madre. El papel más fecundo en el repertorio diario de la mujer: para ella; para el país; para el hombre y la sociedad. Nadie puede sustituirla en ese rol sagrado y meticuloso y como expresión de Dios: “madre; solo hay una”
Salve, a lo más bello, lindo, valioso y competente que tiene el mundo: La Mujer. Dios: guarde a la Virgen por ser mujer y por llevar la misión humana y más hermosa y privilegiada que ha llegado: ¡al Cielo!
DC / Luis Acosta / Artículista