Felipe González y José Aznar presentarán manifiesto por libertad de Leopoldo López
Los expresidentes del Gobierno español Felipe González y José María Aznar figuran entre los firmantes de un manifiesto impulsado por juristas españoles por la libertad del opositor venezolano encarcelado Leopoldo López.
El texto será presentado el próximo jueves en Madrid y los firmantes reprueban “con toda firmeza la parodia de procedimiento penal seguido contra Leopoldo López” y las “gravísimas vulneraciones de derechos” cometidas durante el mismo, que han culminado “en una sentencia que ha de considerarse radicalmente nula”.
Exigen “la inmediata e incondicional puesta en libertad de Leopoldo López” y de los estudiantes que, con él, “han sido injustamente condenados”.
También solicitan los firmantes a las instituciones venezolanas que garanticen plenamente los principios democráticos, la transparencia y libre concurrencia en los procesos electorales y el necesario pluralismo político.
Reclaman que no se impida a la actual mayoría parlamentaria surgida de las últimas elecciones el ejercicio de los derechos y funciones que la representación popular le ha otorgado.
En el manifiesto se pide a las instituciones venezolanas “que disipen toda duda racional sobre la existencia de acciones parciales a favor de una determinada ideología o en contra de otras” y que “actúen decididamente para poner fin a las vulneraciones de los derechos humanos, restableciendo los principios del Estado de Derecho”.
“No podemos permanecer impasibles: Leopoldo López se ha convertido en un símbolo de la represión que sufre todo un pueblo”, añaden los firmantes. En el manifiesto figura la firma de Felipe González, quien asumió el año pasado el apoyo externo a la defensa de López, pero también se adhirió José María Aznar.
Antiguos ministros y personalidades del ámbito jurídico español suscriben también el texto en favor de López encarcelado desde febrero de 2014 y condenado a trece años y medio de prisión como supuesto instigador de violencia en manifestaciones callejeras.
DC | EFE