En la industria de la televisión encontramos muchos personajes polifacéticos los cuales mezclando sus profesiones logran llevan una sonrisa o un buen rato de entretenimiento a los hogares.
“Doctor, ¿usted es el que sale en televisión?”, era la pregunta recurrente que le hacían al cirujano Henrys Silva en su consultorio del Centro Médico Docente La Trinidad. Allí atendía a pacientes y fanáticos que han seguido su carrera desde 2011, cuando ganó el reality show Yo sí canto transmitido en Venevision.
Pero la música fue solo un vehículo para lograr su objetivo principal: ser animador de Portada’s, meta que se trazó cuando participó en una sección del programa en 2005 (en la que se ganó un equipo de sonido).
Once años después cumplió su sueño. Mariela Celis, Kerly Ruiz, Osmariel Villalobos y Jesús de Alva le dieron la bienvenida como conductor del magazine en el que espera crear un vínculo estrecho con el público.
Doctor, cantante, animador y comediante.
¿Cómo define su estilo de animación?
— Quiero ser un animador cercano, con el que la gente se identifique. Me gusta lo motivacional, algo que me da mi vocación como médico. Mucha gente me pregunta: ¿Qué tiene que ver la medicina con la farándula? ¡Mucho! Parte de lo que hago es psicoterapia para los televidentes, que pueden ser pacientes que están deprimidos o que necesitan un poquito de alegría.
¿Sigue ejerciendo la medicina?
—Lo hice hasta enero. Luego llegó la propuesta de Portada’s. Ambas carreras necesitan tiempo.
¿Qué le dicen sus pacientes?
—Algunos no entienden que la faceta como médico hay que respetarla más. En una oportunidad me pidieron una foto saliendo de atender un parto (risas). Me lo he disfrutado muchísimo. Amo la medicina como amo la televisión. Uno vino al mundo a ser feliz. Eso me está pasando.
Mientras estudiaba Medicina en la Universidad de Oriente tuvo que pedir permiso para asistir a los castings en Caracas. ¿Se le complicó la carrera?
—Yo nací en Monagas y estudié en Bolívar. Asistí a las audiciones deCamino a la fama de Televen, Fama, sudor y lágrimas de RCTV y Latin American Idol. Siempre quedaba en el grupo de preseleccionados, pero nunca fui finalista. Había profesores en la universidad que amaban esta faceta y otros no tanto. Uno de ellos me dijo que se me iba a quemar un conejo, que no me iba a graduar o no iba a llegar a la televisión. Él falleció, pero me hubiese gustado demostrarle que lo logré. Tuve que adelantar exámenes. Le eché pichón porque tenía que ir y venir de Caracas.
¿Qué ha sido lo más difícil de trabajar en televisión?
—Mucha gente te ve como un superhéroe. El fan tiene que entender que somos humanos. Mi abuela se murió hace dos semanas, justo cuando estaba como animador invitado en Portada’s. El equipo me dio permiso para faltar. Pero yo soñé que mi abuela me decía que fuera al programa, que ella no se iba a sentir mal si continuaba trabajando. Fue una manera de rendirle tributo.
¿También continuará con su sección “Recuerdo sensacional” en Súper Sábado Sensacional?
—Sí, esa ha sido mi gran escuela. De todos los animadores que han pasado por allí he rescatado algo. Cuando era niño siempre soñaba con asistir como público a Sábado Sensacional, pero nunca pude. La primera vez que fui era menor de edad y a mi tía, que era mi representante, se le había quedado su cédula; en otra oportunidad las gradas estaban llenas. Por fortuna, pasé de querer ser público a estar en el escenario.
DC|EN