El expresidente brasileño Lula da Silva fue detenido este viernes para ser interrogado como parte de la investigación del caso de corrupción en la petrolera Petrobras. Además, policías brasileños registraron el domicilio del expresidente Lula da Silva.
Los agentes se presentaron en el domicilio de Lula da Silva a las 6:00 horas (local) de esta mañana con dos órdenes: la de allanamiento y registro de algunas de sus propiedades y otra de «conducción coercitiva», que significa su traslado a dependencias judiciales para prestar declaración.
Un vocero de la Policía Federal confirmó a CNN que Lula da Silva fue interrogado y posteriormente liberado. «Si encuentran tan sólo un real robado en mi administración no merezco seguir en el partido», dijo el expresidente Da Silva en una rueda de prensa después de ser liberado.
«No era necesario el allanamiento, ni la operación policial, ni sacarme de mi casa a las 6 de la mañana. Eso es un circo mediático», afirmó el exmandatario.
«No puedo creer que la razón por la que me investigan es porque encontraron un objeto de mi esposa de 1.000 dólares y unos flotadores de mi nieto», añadió.
«El expresidente Lula da Silva niega su participación en cualquier actividad ilegal relacionada con la investigación por la Operación Lava Jato o en cualquier otra», publicó este jueves el Instituto Lula da Silva.
«Jamás participé, directa o indirectamente, de cualquier ilegalidad, en lo investigado por la Operación Lava Jato, ni en cualquier otra, antes, durante, o después de su gobierno».
Según la Agencia Brasil, la casa del expresidente en Sao Bernardo do Campo y el Instituto Lula son algunas de las locaciones donde se llevan a cabo los registros.
Según un comunicado de la Policía Federal brasileña, unos 200 agentes y 30 auditores están ejecutando 44 órdenes judiciales en el estado de Sao Paulo, Río de Janeiro y Bahía como parte de la investigación.
Se calculan pérdidas estimadas de 2.000 millones de dólares en Petrobras durante el esquema de corrupción. Los fiscales han acusado a exejecutivos por «desviar» de manera ilegal miles de millones de sus cuentas para su uso personal, o para pagarles a funcionarios.
Más de 80 personas, entre ellas políticos de alto nivel, han sido acusadas de soborno y lavado de dinero durante la investigación penal, denominada «Operación Lava Jato (lavado de autos)».