En el Hospital Materno Infantil Cuatricentenario murió ayer un recién nacido de un paro respiratorio. La falta de cupos en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los centros hospitalarios de la región retrasó la mejora del niño. Anderson Penzo, padre del occiso, denunció a este rotativo las penurias que atravesó con sus familiares para encontrar la asistencia médica que requería el infante.
El viernes, a las 4.00 de la tarde, Oumalis Navarro dio a luz a su segundo hijo en el materno, pero el neonato nació con deficiencia cardíaca. El médico tratante le advirtió a su paciente que el niño debía ser trasladado con urgencia a una UCI y de inmediato, Anderson Penzo emprendió la búsqueda.
Contó que al momento que Navarro estaba recluida en el hospital, él salió en compañía de algunos allegados a localizar un centro donde le pudieran salvar la vida al niño. «Corrí con el informe médico del estado de salud de mi hijo a buscar una UCI, se lo mostraba, desesperado, a los doctores, no sabía qué hacer. Fui al Noriega Trigo, al Adolfo Pons, al Universitario, al Chiquinquirá, al Castillo Plaza, al Hospital de Especialidades Pediátricas y no encontré dónde ingresarlo. Los doctores me decían que no había espacio en la UCI», recordó Penzo en entrevista con este rotativo.
El padre del recién nacido declaró que en la maternidad de Cuatricentenario no le dieron al bebé la atención necesaria: «Nada más lo tenían con el oxígeno y le hicieron los exámenes de sangre, mientras yo buscaba una UCI. Mi niño necesitaba unas placas y no tenían ni el material para hacerle las radiografías«.
Penzo narró que en medio del desespero visitó dos veces los mismos centros hospitalarios y los galenos «no prestaban atención», mientras que en el materno le decían que esperaban por ellos para remitirlo. Las horas pasaban y Anderson Penzo continuaba en la calle buscando un cupo en la UCI para salvar a su hijo. Su esposa estaba hospitalizada junto al bebé, pero la carencia de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos agilizó la muerte del neonato. El domingo a las 11.00 de la mañana falleció en la maternidad donde nació.
Los restos del niño fueron sepultados el mismo domingo, día que dieron de alta a su madre.
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