Una mujer vive prácticamente secuestrada en su propia vivienda ante las amenazas e intimidaciones que recibe de su excompañero sentimental.
La mujer decidió denunciar cómo luego de 2 años de haber sido maltratada y terminar esa relación, comenzó a recibir intimidaciones. De tal orden son las amenazas que su agresor le dijo que le echaría ácido en la cara sino regresa a esa tormentosa relación.
Para cuidar su vida cambió de residencia pero sigue recibiendo llamadas y mensajes con advertencias de ataques a su integridad.
“Si usted no va a ser mía, no será de ninguno y hago que no produzca ni ganas de mirar en otro hombre. Espero que se vaya portando mejor conmigo porque le juro que no respondo”
Imaginarse lo que le pueda pasar al salir de su casa le produce mucho temor al pensar que pueda tener su rostro destrozado.