Este año se asoma el desabastecimiento de antirretrovirales que se había subsanado en 2015, después de que entre 2010 y 2014 hubo una crisis de escasez de hasta 20 fármacos, de los 26 que se importan en el país. Hasta la fecha no hay orden de compra para abastecer a 67.000 personas que viven con VIH en Venezuela y están inscritos en el programa nacional.
Esteven Colina, secretario general de la Red Venezolana de Gente Positiva, aseguró que en una reunión que mantuvo con la representante de la Organización Panamericana de la Salud en Venezuela, Celia Riera, se les informó que el gobierno venezolano no ha hecho la nueva orden de compra ante el Fondo Estratégico de la OPS.
Desde 2014 los antirretrovirales se importaron por esta vía (creada en septiembre de 2000 para apoyar a los países de las Américas, con el fin de asegurar el acceso a medicamentos esenciales y estratégicos a precios competitivos) porque hubo una crisis de escasez. El último abastecimiento se hizo para 15 meses y duraría hasta mayo de este año, según RVG+.
Colina informó que el costo de importación actual por esta vía es de 32 millones de dólares para cubrir 12 meses. El Fondo Estratégico también proporciona apoyo financiero a los Estados miembros con préstamos sin intereses para garantizar el suministro continuo y evitar los desabastecimientos.
Colina denunció que los niños son la población más afectada con el desabastecimiento porque no hay antirretrovirales, mientras que los adultos tienen provisión hasta el mes que viene. Tampoco hay leche maternizada para madres con VIH que no pueden amamantar a sus hijos, a fin de no trasmitirles el virus.
Los reactivos para test de resistencia a los antirretrovirales, que se debe realizar cada año, no se hacen desde hace dos, por lo que los infectólogos no saben si las personas son resistentes a los tratamientos que se les administra para mantener su sistema inmune. Los reactivos para hacer pruebas de carga viral tampoco llegan desde octubre del año pasado.
“Lo más grave es que desde hace un año no hay reactivos en Venezuela para carga viral y linfocitos, con el fin de saber si a las personas les están cayendo bien o mal los tratamientos. Los médicos están poniendo tratamientos a ciegas. Si el paciente muere es porque no le cayó bien y si queda vivo es porque sí hizo efecto. Ese es la manera como se trabaja”, explicó Colina.
Retrocesos de esquemas. Jhonatan Rodríguez, presidente de Stop VIH, también denunció que los antirretrovirales Complera, Dolutegravir y Reyataz serán excluidos de los esquemas de tratamientos para nuevos pacientes. Rodríguez destacó que Complera es un antirretroviral de última generación; el Reyataz es otro fármaco que al menos 3.000 personas consumen en el país, mientras que Dolutegravir es un nuevo tratamiento de última generación que no será importado. Desconocen si les repondrán el tratamiento a quienes lo tienen recetado.
Denunció que el Viraday tiene fallas recurrentes en algunas ciudades y en sustitución entregan fármacos por separado con esos componentes. “Eso significa un retroceso en los avances porque quiere decir que en vez de tomarte una pastilla, te tienes que tomar varias como hace años”.
Destacó que no hay programas de prevención desde 2005 y que se calcula que 300.000 personas han contraído VIH en Venezuela, pero la mayoría lo ignora. “Mueren mínimo 2.161 personas por complicaciones asociadas al sida todos los años en el país y 600 nacen anualmente con VIH. Queremos poblaciones saludables que contribuyan al desarrollo de la nación”, expresó Rodríguez.
El Dato
Se requieren 32 millones de dólares para importar 26 antirretrovirales aprobados para los esquemas de tratamientos de 67.000 personas que viven con VIH. La OPS aseguró que tuvo una reunión con Min Salud para informar sobre el proceso de compra, pero no hay orden emitida hasta la fecha.
DC|EN