Este pelotero ha estado dando de qué hablar en los medios nacionales e internacionales en los últimos tiempos, pero en esta ocasión no es precisamente su average por lo que está generando noticias sino su bajo desempeño en el campo de beisbol.
La carrera de Pablo Sandoval en las Grandes Ligas ha sido una verdadera montaña rusa. Un día se ha encontrado en la cima y al siguiente su exceso de peso y bajos números registrados lo han relegado a lo más bajo.
Desde su llegada a los Medias Rojas de Boston, el nativo de Puerto Cabello se ha visto envuelto en innumerables impases con la prensa local. En primera instancia, la mala forma física en la que se presentó en el spring training pasado de los patirrojos generó estragos y confusiones entre los presentes.
A eso se le añadió un pobre 2015 en el que apenas bateó para .245 con un OBP de .292 y tan solo 10 jonrones más 47 remolcadas hicieron que las críticas llovieran a cada rato sobre sí mismo.
Este 2016 la historia se repitió; con el atavío de que por primera vez, el criollo, comenzará la temporada regular de las mayores en el banco. De nada ha servido su contrato de 95 millones de dólares el cual firmó el antesalista con el conjunto de Nueva Inglaterra. Atrás quedaron esos días en que el Panda generaba ilusión en más de un aficionado, ahora su mundo se ha tornado gris y pocas son las expectativas que ha levantado en su cuerpo técnico, como en los acérrimos fanáticos de Medias Rojas.
“Es la decisión correcta para ayudar al equipo a ganar”, declaró Sandoval al periodista Tim Britton de Masslive.com. “No me sorprendió la noticia”, añadió.
No es la primera vez que Sandoval es enviado al banquillo en un momento crucial de su trayectoria como pelotero profesional en la gran carpa. En la Serie Mundial de 2010 con los Gigantes de San Francisco, Kung Fu Panda perdió la titularidad con el dominicano Juan Uribe, teniendo apenas tres apariciones al plato en aquel clásico de otoño en el que vencieron a Rangers de Texas.
Este golpe a Sandoval servirá de mucho. En primer lugar, permitirá que el criollo pueda hacer borrón y cuenta nueva en su carrera y así volver a ser esa figura que algún día fue en el AT&T Park de San Francisco. Quizás con esta decisión de Farrell, el futuro de Sandoval en Boston no sea tan promisorio.
DC | Meridiano