La boliburguesía pareciera la única con derecho a acceso al pescado en esta Semana Santa. Los precios, nada santos, alejan los frutos del mar de la mesa de los venezolanos, en su mayoría católicos, obligados a no comer carne en determinados días de la cuaresma. Lo cierto es que el ayuno es amplio porque la comida escasea en el régimen ineficiente y corrupto de Nicolás y sus cómplices. El llamado es nuevamente a él: Nicolás, renuncia vale, facilita el tránsito a un tiempo distinto, a un tiempo de recuperación económica y social.
Si no renuncias, Nicolás, por supuesto que abriremos camino al cambio, pero las otras vías constitucionales distintas para tu separación del poder, implican inversión de tiempo y dinero, lo que ocurriría con el referendo revocatorio, la enmienda o reforma constitucional, o la Asamblea Constituyente. No le pongas más trabas al progreso, porque has causado grave daño, sepárate Nicolás.
Hoy el pescadocuesta más del doble que el año pasado. Por ejemplo el popular cazón para las empanadas y mil delicias más, pasó de 800 a 1.980 bolívares el kilo. El dorado comprado en ruedas está costando 3.880 bolívares y entero 2.700. El filete de merluza -de los tradicionalmente más baratos- está en Bs. 2.699 en los mercados donde se consigue a mejor precio, pudiéndose encontrar hasta en Bs. 3.500. Lo que está menos caro es la sardina fileteada, que puede adquirirse hasta en Bs. 600.
El pescado ahora cuesta más que la carne, lo que ha hecho que los propios expendedores se quejen, ya que han visto caer sus ventas hasta en un 50 % en lo que va de la cuaresma. Lo dicho sobre el pescado ya es suficientemente grave, pero es prácticamente nada al lado de la situación general del país: no hay alimentos, como no hay medicamentos ni equipos o repuestos. Estamos viviendo tiempo de decadencia, hora de emergencia, porque el “no hay” repetido para prácticamente todos los productos, generaenfermedad, angustia y estrés.
El cambio político es imperativo, el país reclama frente al cada vez más evidente fracaso de Nicolás, un cambio inmediato. No hay razón para esperar más, después de concluida la mitad del período para el cual fue proclamado electo por el CNE, y en vista del tamaño de la torta y de la debacle producida por su torpeza en el manejo de la cosa pública, solo resta que se vaya para reordenar la casa.
El fracaso del socialismo del siglo XXI es evidente en América, siendo la principal víctima Venezuela, ya que los otros países que sufrieron la influencia del chavismo no se han deteriorado tanto como el nuestro, si bien sus pueblos han comenzado a reaccionar. Argentina se sacudió a la Kirchner; Bolivia votó en contra de las pretensiones de Evo Morales a una nueva reelección, a través de reforma constitucional; los brasileños están yendo a la calle a pedir la salida de la Rousseff, y el pasado fin de semana, mientras en las calles de las principales ciudades de Venezuela pedimos la renuncia de Nicolás, los brasileños, en las calles de sus pueblos, coreaban “fora Dilma”, así como se leían en las pancartas “fora corrupção”. En lo económico, en general todos los países latinoamericanos bajo la égida del socialismo, están mucho mejor que nosotros, incluidos Bolivia, Ecuador, Nicaragua y hasta la propia Cuba, que ahora abre sus puertas a mejores relaciones con los EE.UU. y recibe al presidente Obama, el mismísimo Obama que acaba de renovar el decreto del gobierno de los EE.UU. que declara como “amenaza” a Venezuela. Vete Nicolás, eres un desastre.
Hoy hay pescado solo para Nicolás y el cogollo boliburgués. Los pecados son de muchos,o tal vez de todos nosotros, cada uno tiene su cuota, si bien es inmensa la deuda de Nicolás con nuestro pueblo: no tienes con qué pagarla Nicolás, no la hagas mayor, renuncia ya.
DC / Paciano Padrón / pacianopadron@gmail.com / @padronpaciano