Casi 50 mil aficionados presentes en el estadio Latinoamericano de La Habana brindaron una estruendosa ovación al presidente de los Estados Unidos Barack Obama quien asiste a un juego de exhibición entre el equipo de Grandes Ligas, los Rays de Tampa Bay, y la selección nacional cubana.
En una imagen surreal, casi impensable en los momentos más álgidos de la Guerra Fría, el primer mandatario estadounidense en visitar en funciones a la nación caribeña en casi 90 años, salió de la zona protocolar del estadio más importante de la Isla, acompañado por la primera dama Michelle y sus hijas, y recibió el aplauso unánime de los presentes en el también conocido como Coloso del Cerro.
Después de saludar cortésmente y ocupar su palco, el mandatario estadounidense tuvo la deferencia de dirigirse hacia donde estaba la Sra. Rachel Robinson, viuda de Jackie Robinson, el primer pelotero negro en jugar en las mayores, para saludarla.
A continuación también saludó al excapitán de los Yankees de Nueva York Derek Jeter, uno de los invitados de lujo de la MLB en esta visita histórica.
El Coro Nacional de Cuba se encargó de interpretar los himnos de Cuba y Estados Unidos, y esta última también fue objeto de una sonora ovación por parte de los presentes.
DC|ESPN