Entre 1934 y 1963 funcionó una de las cárceles de máxima seguridad, esta con llamativas características desde su edificación hasta su ubicación. Tuvo sus orígenes como una fortificación militar española y sirvió como prisión militar entre los años 1910 y 1912, además la misma estaba emplazada en una isla a dos kilómetros de la costa de San Francisco: La realidad oculta, la Prisión Federal de Alcatraz.
Debido a su ubicación, rodeada por las heladas y correntosas aguas de la Bahía de San Francisco, el Departamento de Justicia de Estados Unidos consideraba que el presidio era a prueba de escapes. Según lo que se conoce, el penal alojó a 1576 presos durante los 29 años en que prestó servicio. Dentro de este se reclutaban delincuentes que presentaban problemas de conducta en otras instituciones, siendo considerada una cárcel de último recurso. Al Capone y Robert Stroud, «el hombre pájaro”, se cuentan entre sus más célebres cautivos.
Cuando comenzó a funcionar, la Prisión de Alcatraz generó discrepancia en la opinión pública ya que el costo por prisionero era tres veces mayor comparado a los otros correccionales de máxima seguridad. Según los dichos, debido a la naturaleza de castigo ejemplar para casos perdidos, eran moneda corriente entre sus muros los actos de brutalidad y las condiciones de vida inhumanas.
Además un dato importante es que muchos reclusos se suicidaron porque no soportaron el infierno dispuesto por ser condenados. A lo largo de su funcionamiento se intentaron varias fugas pero fallidas, siendo el caso excepcional el caso que inspiró a la película de 1979 protagonizada por Clint Eastwood «Escape de Alcatraz”, a la cual aún no se encuentran respuestas.
La noche del 11 de Junio de 1962 tres presos escaparon del presidio usando los conductos de ventilación y túneles que habían cavado valiéndose de cucharas. Con unos impermeables construyeron una balsa con la que pretendían navegar hasta el continente. La versión oficial es que los tres delincuentes se ahogaron en las frías aguas del Pacífico, sus cuerpos nunca fueron encontrados, y los rumores indican huyeron hacia América del Sur. En 1964 la cárcel cerró definitivamente sus puertas como centro de confinamiento y en la actualidad la prisión funciona como museo, recibiendo más de un millón y medio de visitas cada.
DC|EI