La máxima de que las cúpulas de poder cuando ven amenazada su permanencia comienzan a actuar de manera torpe y fuera de foco se está cumpliendo en Venezuela con toda su intensidad.
Esta afirmación corresponde a una evaluación de la actuación de la bancada oficialista y de los poderes públicos controlados por la cúpula roja en su permanente actuación en la vida pública del país.
Esta semana la AN aprobó en 2da discusión el bono de alimentación y medicamentos para los pensionados y jubilados que suman más de 3 millones de venezolanos, que durante toda su vida le cumplieron al país y reclamaban de manera justa el otorgamiento de este beneficio, en un marco inflacionario sin precedente.
Pudimos ver con satisfacción la presencia de dirigentes en el hemiciclo como Edgar Silva y muchos otros que han pasado su vida en la tarea de defender los derechos de nuestros abuelos. La comisión de desarrollo social de la AN realizo un gran trabajo para aprobar esta vieja y valida aspiración de los abuelos; parlamentarios como Miguel Pizarro, William Barrientos y José Trujillo entre otros, levantaron dichas banderas que en el pasado fueron ignoradas por la mayoría roja entre las que se recuerdan las luchas del alcalde de Barquisimeto Alfredo Ramos y otros en procura de dicha conquista. Los diputados designados por la MUD para el presente tema defendieron con firmeza la posición en favor de los adultos mayores, en el propósito de hacer justicia y honrar el compromiso durante la campaña electoral del 6D.
Resulta absurda la posición de la bancada oficialista al oponerse a aprobar el bono de alimentación y medicinas con débiles argumentos. La crisis del cogollo rojo quedo al descubierto con su negativa; es evidente que la pérdida de apoyo popular, su incongruente actitud de polarizar esta vez fueron demasiado lejos. Existe una grave pérdida de la sindéresis política por parte del PSUV, por cuanto esa lamentable posición los lleva a negar incluso aspectos positivos de la gestión de Chávez; seria mezquino negar que durante su gestión homologo el monto de las pensiones al salario mínimo e incremento progresivamente a mas de 3 millones la cantidad de venezolanos que disfrutan de la pensión. Esta tampoco puede ser vista como una limosna populista, es el disfrute de un beneficio al que tienen pleno derecho y es una obligación del Estado en materia de seguridad social con los trabajadores que ya le cumplieron a Venezuela sirviéndole toda una vida.
Los rojos que tanto critican al neoliberalismo nos salieron en el debate, con la propuesta de crear un nuevo impuesto para cubrir la erogación económica correspondiente a este beneficio. Gritaban como urracas “de donde va a salir el dinero para pagar este beneficio”, a lo cual respondimos suspendan la compra de armas de guerra, la regaladera de petróleo y el otorgamiento de divisas a empresas fantasmas. Fueron derrotadas sus pretensiones.
DC / José Luis Pirela / Diputado AN por San Francisco- Zulia / @joseluispirelar