El cantante de origen canadiense decidió cancelar un concierto que tendría lugar en Mississippi debido a un ley controversial que empodera a grupos religiosos y negocios privados el negar entradas o servicios a parejas homosexuales.
El rockero aseguró que “en un estado donde a algunas personas se les niega sus derechos civiles debido a su orientación sexual” no se puede actuar “con buena conciencia”.
Estas declaraciones del artista se producen luego de la cancelación hecha por Bruce Springsteen en North Carolina por motivos similares. En Mississippi entrara en vigor esta polémica ley el 1 de julio y sus partidarios aseguran que esta protege a los cristianos que mantienen sus conceptos tradicionales del matrimonio y los roles de género.
DC|El Universal