El Real Madrid apelará a su mejor versión, aliado con su público, para remontar el complicado 2-0 que se trajo del Volkswagen Arena y tumbar a un Wolfsburgo que ha pasado de ‘cenicienta’ a serio candidato a dar la campanada en los cuartos de la Liga de Campeones, para lo que intentará alargar el mal fario con las remontadas del conjunto blanco.
El pasado miércoles, el conjunto madridista volvió a sus dudas de antaño y, una vez más, un equipo alemán no lo desperdició. Los ‘lobos’, uno de los deseados del bombo de cuartos de final, no desaprovecharon su oportunidad y sacaron medio billete para unas históricas semifinales, aunque antes deben evitar que los de Zinédine Zidane desplieguen todo su poderío ofensivo.
Por ello, el primer mensaje tras la discreta imagen en Alemania fue la de pedir al público que cree un ambiente similar al de las mejores noches para intimidar a un oponente que intentará no ‘asustarse’y aguantar la más que presumible primera embestida que recibirá de los locales, que saldrán a marcar lo antes posible.
En este sentido, los números ofensivos de esta temporada favorecen al Real Madrid y le hacen tener esperanzas. Con Zidane, promedia más de cuatro goles por encuentro en el Bernabéu en la Liga BBVA y el pasado sábado al Eibar le ganaba 3-0 a los 20 minutos, pero también ha mostrado cierta debilidad atrás, peligrosa ante un Wolfsburgo que dejó claro que con Schürrle, Bruno Henrique y, sobre todo, Draxler, es capaz de hacer mucho daño a la contra.
«Para jugar este partido hay que tener mucha cabeza, no lo vamos a ganar en 10-15 minutos», advirtió cauto ‘Zizou’ en la previa, dejando un mensaje claro que en el intento de remontada la principal misión es la de evitar que la precipitación por marcar permita a los de Dieter Hecking tener opciones.
La mejor noticia para el técnico francés es la recuperación de Karim Benzema para este partido. El ‘9’ se lesionó en la ida y ha sido cuidado con mimo para que esté listo para aportar sus goles en una cita importante junto a un Cristiano Ronaldo deseoso de mejorar su imagen del Wolkswagen Arena y de un Gareth Bale, que fue el que más problemas creó a la zaga del conjunto germano y que fue reservado ante el Eibar.
El resto del once titular no debe variar en exceso respecto al del primer episodio de la eliminatoria, pese a que Zidane también recupera a Raphaël Varane, ya que parece que jugará la dupla formada por Sergio Ramos y Pepe, acompañados por Marcelo, que también descansó el sábado, y, salvo sorpresa, Dani Carvajal, sustituto de un Danilo que pagó el enfado de la afición por el 2-0 de la ida y que ya cuando tuvo minutos ante los de José Luis Mendilibar fue silbado por el Bernabéu.
El centro del campo no se moverá. Toni Kroos y Luka Modric tampoco jugaron ante el Eibar para dejar su sitio a Isco y James Rodríguez, pero, pese a la ‘urgencia’ de atacar, no es probable que el malagueño o el colombiano puedan arrebatarle el sitio a un Casemiro responsable de dar el equilibrio.
Por su parte, el Wolfsburgo no variará en exceso su esquema respecto al partido del Volkswagen Arena y apelará a su poderío físico, a su velocidad arriba y a su ilusión por hacer historia como claves para frenar al Real Madrid.
Hecking, como ya le sucediera de cara a la ida, dio también descanso en la Bundesliga, donde se ha complicado sus opciones europeas tras empatar a un gol con el Mainz. El portero Benaglio y Draxler no jugaron y otros titulares como Ricardo Rodríguez y Vierinha jugaron solo parte de la segunda mitad.
El técnico germano debe decidir si repite precisamente con el portugués por la derecha o pone en el lateral a un jugador más defensivo como Trasch, mientras que arriba, la baza pasa por Schürrle de nuevo con ‘9’ falso o apostar por un delantero más de referencia (Kruse o Dost) para intentar retener la pelota.
DC|Que.es