Especialistas sobre represas e ingeniería civil advirtieron que el dragado del Guri, realizado por el Ministerio para Energía Eléctrica, afecta la integridad del embalse.
Las modificaciones en su estructura y su operación por debajo de la cota de 245 metros sobre el nivel del mar (msnm) son las principales causas del daño en la presa.
El 4 de abril, Luis Motta Domínguez, ministro para la Energía Eléctrica, informó que han abierto zanjas con excavadoras tipo Jumbo para desplazar los cuerpos de agua estancada hacia las turbinas. Estos pozos son los que “disminuyen la cantidad de agua a turbinar”, detalló vía Twitter.
César Cardozo, gerente de electromecánica en la década de los años 80 y quien participó en la construcción de las dos etapas del Guri, señaló que el dragado es inútil y perjudicial.
Detalló que el margen de regulación del embalse entre las estaciones de lluvia y verano se diseñó para operar 20 metros por debajo y 25 metros como cota segura, es decir, que su mínimo es de 245 msnm, reseñó Correo del Caroní.
Agregó que las lagunas que el ministro aprovecha para mantener la operatividad del embalse, tienen una utilidad: evitar que el sobrepase su nivel máximo (cota 271 msnm) cuando hallan abundantes lluvias. De no replegarse ocuparía zonas agrícolas y ganaderas.
José Aguilar, ingeniero y especialista en riesgo, explicó que ésta práctica de escarbar al pie del embalse va en contra de las pautas establecidas por organismos internacionales en seguridad de represas.
Aguilar denunció que el dragado tendría incidencias en las obras hidroeléctricas aguas abajo del Caroní: Tocoma, Caruachi y Macagua. Detalló que a medida que el embalse suba, se podrían acelerar las filtraciones y terminar en “un tsunami que ocasionaría miles de muertes”.
DC|Correo del Caroní