Las cifras no podrían ser más distintas. Mientras los herederos de Michael Jackson dicen que el nombre e imagen del artista tenían un valor comercial de apenas 2 mil 15 dólares al momento de su muerte en 2009, la IRS, la entidad de Estados Unidos que cobra los impuestos, asegura que el monto llega a los 434 millones de dólares.
De acuerdo a un reportaje publicado por la revista especializada The Hollywood Reporter, el tema es particularmente complejo por los resultados comerciales que obtuvo el cantante tras su muerte, a los 50 años.
A saber, el documental sobre la gira que no se pudo hacer This Is It acumuló US$ 261 millones, mientras que el espectáculo tributo de Cirque du Soleil es un éxito, además, se publicaron discos y video juegos, entre otras cosas.
De hecho, debido a la hábil manera en que se ha manejado la imagen del cantante, ya se han pagado 100 millones de dólares en impuestos.
El problema es cómo cobrar los impuestos tras tan enorme discrepancia entre las partes, algo que se busca aclarar durante el juicio fijado para el próximo año.
Indica expertos, entre los intereses y multas, además de los costos legales, el juicio podría llegar a los mil millones de dólares.
Es más, algunos abogados tributarios incluso piensan que podría haber cargos criminales por evasión. «Este es el mayor caso de impuestos de herencia que he visto», dice el especialista Gary Wolfe a The Hollywood Reporter.
Asimismo se cree que el juicio, que se realizaría en Los Angeles, podría cambiar cómo las celebridades hacen sus testamentos.
Por su parte, el abogado principal de los herederos de Jackson, Howard Weitzman, cree que en vida, el artista sólo ganó 50 millones de dólares por las licencias de su nombre e imagen.
Por tanto, encuentra extraño que el IRS exija casi pagos por casi diez veces ese monto.
El abogado agrega que Michael Jackson: «No tenía contratos de ese tipo al morir».
Si bien el IRS no hizo comentarios para el reportaje, trascendió que pidieron la información con que los herederos de Jackson llevaron a juicio a los productores de los conciertos que no se hicieron, culpándolos de la muerte del cantante y exigiendo pagos por lo que él habría ganado con esas presentaciones.
Algo que contradice el cálculo que hoy entregan, al decir que el nombre e imagen del cantante valía apenas 2 mil dólares.
DC|Agencias