Escriben novelas, juegan al go como dioses, son cirujanos… Los logros de las máquinas son portentosos, pero la inteligencia artificial aún está muy lejos de superar a la humana y el futuro no será una distopía: resultará de la cooperación hombre-máquina.
En esta cuarta revolución industrial se ha producido una deificación de la técnica: se proclaman promesas de un Dorado que llegará de la mano de robots, inteligencia artificial (IA) y automatización.
EFE