Nunca un disco de José Luis Perales, apunta él mismo, podría llamarse «Rabia». Frente a los males del mundo, el hombre tranquilo antepone la «Calma», también al ejercer otra vez de poeta romántico en su nuevo disco, grabado en Los Ángeles con trazas de cantautor americano.
«Ahora soy menos cursi cuando hablo del amor. No me extraña que lo dijeran de mí al principio de mi carrera, aunque sean las canciones que hayan quedado», observa sonriente en una charla con Efe por la publicación del trigesimosegundo álbum de estudio de su carrera.
EFE