Cuando en noviembre de 2013 Paul Walker tuvo el accidente que terminó con su vida, el elenco completo de la franquicia Rápido y furioso quedó devastado, en especial su amigo Vin Diesel.
La tristeza en el set de la séptima entrega (que estaba rodándose en ese momento) invadió a sus compañeros, aunque a no todos por igual. En declaraciones en el documental The Reality of Truth, de Michael Zapolin, en el que tratará de mostrar la verdadera realidad a través de espiritualidad, la meditación y las sustancias psicotrópicas; Michelle Rodriguez aseguró que su tristeza era muy diferente a la del resto de sus compañeros de elenco.
Semanas antes del rodaje del documental, la actriz acudió a Perú para probar la droga conocida como ayahuasca, una bebida utilizada por los pueblos indígenas amazónicos, y que cuando estaba bajo su influencia se dio cuenta de sus verdaderos sentimientos hacia la muerte de Walker. «Tengo que confesar que cuando perdí a Paul, me convertí en un animal durante un año. La clave para mí era descubrir qué podía hacer, físicamente hablando, para dejar de pensar en temas existencialistas. Para dejar de pensar en lo efímera que es la vida y en que de la misma forma que llegamos a este mundo podemos desaparecer de él en cualquier momento. ¿Cómo podía sacar esas ideas de mi mente?», aseguró Rodriguez.
«Hice todo lo posible para esconderme de mí misma y puedo decirte que mi experiencia al consumir ayahuasca hizo que me sintiera todavía más triste. No era una sensación de tristeza porque él se hubiese ido, era más bien un sentimiento de envidia porque lo hubiera hecho antes que yo», agregó.
DC | El Comercio