El papa Francisco saludó este miércoles en el Vaticano a Elizabeth Myers, una niña estadounidense de seis años, cuyo deseo era conocerlo y que tiene un trastorno genético que le provocará ceguera y sordera en los próximos años.
La niña, que vive en Ohio (EE UU), asistió a la audiencia general que el papa Francisco ofreció en la Plaza de San Pedro del Vaticano y, al término, pudo saludarle e intercambiar con el pontífice unas palabras.
Durante unos minutos, el papa bendijo los ojos de Myers, le acarició la cara y le aseguró que rezará por su familia, mientras que la niña regaló a Jorge Bergoglio “un pequeño meteorito”, dijeron los padres en una rueda de prensa.
Lizzy Myers padece síndrome de Usher, un trastorno genético que causa sordera y ceguera congénita, y había expresado a sus padres “el deseo de conocer” a Bergoglio.
La intención de los padres de Myers de cumplir el deseo de su hija y viajar al Vaticano antes de que perdiera la vista y el oído fue recogida por medios de comunicación de todo el mundo.
Además, generó un movimiento solidario que culminó con la invitación a toda la familia por parte de una compañía aérea sin costo a Roma.
Myers acudió a la audiencia general de este miércoles en el Vaticano con sus padres y su hermana.
DC | EFE