Ni para confirmar o desmentir, las autoridades policiales ni Protección Civil se daban por enteradas de la fuga de una puma del zoológico del parque Loefling, en Puerto Ordaz. En vez de contactar a la Corporación Venezolana de Guayana (y viceversa) se excusaron en no haber recibido “una denuncia formal”.
El equipo reporteril de Correo del Caroní se comunicó con funcionarios y autoridades de Protección Civil; de Patrulleros de Caroní, la Policía Municipal de Ciudad Guayana; de la Policía del estado Bolívar (PEB); y del 1-7-1. A lo largo del día todos negaron la desaparición del felino.
Por la cercanía con los parques Cachamay y Loefling, la Fundación para el Desarrollo Educacional (Fundaeduca), del Colegio Loyola Gumilla, suspendió las actividades extracurriculares por la tarde del jueves. Las actividades escolares -como reiteró la rectora del plantel, Aída Astudillo- no fueron canceladas.
Astudillo informó a Correo del Caroní que no han recibido notificación o alerta de ninguna autoridad civil o policial para prevenir por la fuga de la puma.
Una fuente en la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) confirmó temprano en la tarde que el felino está suelto dentro del parque. Los cuidadores se percataron del escape del animal cuando fueron a alimentarlo en mañana, la reja -según ellos- estaba abierta.
Entre los rumores estuvo que la puma ya está muerta y no se trató de una fuga.
Mecate en la jaula
La puma, de cinco años y medio, fue traída a los seis meses de Tucupita, Delta Amacuro, luego de ser atropellada. Desde entonces ha permanecido en el parque en Puerto Ordaz.
Noguera informó que unos 50 trabajadores de CVG, incluyendo veterinarios, están tras su captura. A las 8:50 de la noche informó que aún estaban dentro del parque, y que tienen dos rifles tipo farmer: “Vamos a sedarla, esperamos que no esté muerta por allí porque los veterinarios nos han dicho que tenía problemas del corazón”.
Noguera indicó que están investigando la posibilidad de que alguien de manera intencional haya abierto la jaula, pues había un mecate amarrado a la puerta.
DC | Correo del Caroní