#15May En largas colas para adquirir alimentos, venezolanos celebran Día Internacional de la Familia
El Día Internacional de la Familia, se festeja cada 15 de mayo a partir de 1994, luego que un año antes fuera proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, haciendo hincapié en la importancia que tiene la familia para cualquier sociedad.
Este día, es la ocasión propicia para promover la concienciación y el desarrollo de los procesos sociales, económicos y demográficos que afectan a la base fundamental de la colectividad.
En Venezuela en los últimos tres años, la tranquilidad, la seguridad y el bienestar familiar se han visto afectado seriamente por la grave crisis económica, que atraviesa el país y que tiene a más de un cabeza de familia al borde de la locura, por no saber como enfrentar tan terrible situación.
Cada día, los miembros de la familia deben salir a la calle con la esperanza de poder llevar alimentos a su casa, sin descuidar su trabajo, que es sin duda su principal fuente de ingreso y la que les permitirá garantizar el sustento a todos por igual.
La familia en Venezuela se ha unido mucho más, para hacerle frente al acontecer diario, pues ya la responsabilidad de adquirir no es solo del padre o madre responsable del hogar, sino de todo aquel que ya sea mayor de edad, con cédula como requisito indispensable, para poder comprar y eso si no le corresponde hacerlo por terminal de cédula.
El racionamiento en las ventas de productos por persona, hace que lo que se consiga no sea, como en otrora, la compra de una quincena, sino ahora es la compra del día a día, para sobrevivir, ante la escasez en los diferentes rubros. Sin mencionar todas las peripecias, pues muchos venezolanos ya no se levantan temprano, sino que duermen a las puertas del establecimiento comercial o abasto para garantizar un buen puesto, que pudiera darle la opción de comprar lo que consiga.
Se suma a esta situación, que para ello se deben soportar largas e interminables colas, enfrentarse a los mal llamados bachaqueros y encima aguantar el atropello de los funcionarios, que lejos de poner orden, en algunos casos son los responsables del desorden y caos colectivo al pretender ellos utilizar su uniforme y rango, para pasar por encima del ciudadano que pasó la noche, para estar allí y alcanzar el máximo objetivo, la tan deseada compra.
Diario Contraste