El gobierno colombiano justificó el viernes su decisión de permitir bombardeos contra las bandas criminales que operan en distintas zonas del país, pero según un experto la medida podría violar el derecho internacional.
«Este es un avance jurídico que nos permite ser más contundentes en el uso de la fuerza (contra) las organizaciones más peligrosas y más hostiles», explicó a periodistas el ministro de Defensa Luis Carlos Villegas, quien la víspera presentó un conjunto de medidas que permiten a las fuerzas militares y la policía utilizar las armas legales que estén a su alcance para combatir a las bandas criminales, incluidos los bombardeos.
«Es un hito en la lucha contra el crimen organizado», enfatizó.
Pero John Marulanda, consultor en temas de seguridad, indicó que las normas internacionales avalan los bombardeos sólo contra objetivos militares.
La autorización del gobierno para bombardear a las bandas criminales, agregó, «es el reconocimiento del Estado de la superioridad y letalidad que han venido adquiriendo estas organizaciones».
En entrevista telefónica con The Associated Press añadió que «el Estado se dio cuenta de que debido a la unión del crimen organizado con los grupos guerrilleros estas organizaciones… han adquirido grandes capacidades de armamento para enfrentar al Estado».
De acuerdo con el diario bogotano El Tiempo, la medida está dirigida contra tres de esas bandas: el Clan Usuga, los Puntilleros y los Pelusos. La primera banda opera en varios departamentos del noroeste colombiano, la segunda en los llamados Llanos Orientales y la tercera en Norte de Santander, en la frontera con Venezuela.
El comandante de la Fuerza Aérea, general Carlos Eduardo Bueno, aseguró que el objetivo del Poder Ejecutivo es que los bombardeos no afecten a la población civil. En noviembre, un bombardeo contra integrantes del Clan Usuga en el departamento de Chocó dejó al menos 12 muertos. Luego las autoridades dijeron que en realidad el operativo era contra el rebelde Ejército de Liberación Nacional.
A fines de marzo el Clan Usuga realizó una serie de ataques que paralizaron varios departamentos del noroeste del país y ocasionaron la muerte de cinco militares y policías y un civil.
Por la ubicación del máximo cabecilla del Clan Usuga, Dairo Antonio Usuga, las autoridades de Estados Unidos ofrecen una recompensa de hasta cinco millones de dólares.
El Clan Usuga y las otras bandas criminales surgieron tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia en 2004 cuando muchos miembros de esos grupos de ultraderecha se volcaron al narcotráfico y los asesinatos a través de sicarios.
El martes el presidente Juan Manuel Santos reportó que en lo que va del año han sido muertos o capturados 1.102 miembros de las bandas criminales.
Santos ha dicho que su gobierno no le dará estatus político a las bandas porque son organizaciones de narcotraficantes y delincuentes.
Los bombardeos han sido el arma más letal que en los últimos años ha tenido el Estado colombiano en la lucha contra los grupos al margen de la ley. Varios de los principales guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), como Raúl Reyes y Víctor Julio Suárez, alias «el Mono Jojoy», fueron muertos en bombardeos.
DC | AP