Sin reivindicaciones laborales y con ambiente festivo, Cuba celebró hoy el Primero de Mayo con sus habituales desfiles multitudinarios y con énfasis en el apego «irrenunciable» a los ideales revolucionarios ante la nueva relación con EE.UU.
Ataviados con camisetas rojas y carteles a favor del socialismo, más de 600.000 personas desfilaron en la principal marcha por el Día Internacional de los Trabajadores de la isla, en la Plaza de la Revolución de La Habana, presenciada por el presidente Raúl Castro desde la tribuna en el monumento al prócer cubano José Martí.
EFE