Investigadores han desarrollado un tejido de nanofibras biodegradable –es decir, que es reabsorbido por el propio organismo– que puede impregnarse de fármacos antitumorales y recubrir la zona en la que se ha extirpado el tumor, lo que posibilita la eliminación de aquellos restos del cáncer que no se han logrado erradicar con la cirugía.
Destacan los autores que, “este sistema de administración local del tratamiento antitumoral resulta menos tóxico y más efectivo que la radioterapia, el tratamiento habitual de consolidación después de la cirugía”.
También brinda la posibilidad de poder prescindir de la radioterapia resulta especialmente importante en el caso de los niños, pues dado que aún se encuentran en fase de crecimiento, los efectos adversos asociados a la irradiación pueden resultar particularmente graves.
DC|ABC