El Decreto del ladrón, por Douglas Zabala (@douglazabala)

El 12 de enero de 1824, el Señor General Simón Bolívar, Dictador Plenipotenciario del Perú y Presidente de Colombia, decreta la pena de muerte para todos los funcionarios públicos, que hayan malversado o tomado para sí parte de los fondos de la nación, medida que impuso para salirle al paso rapidito, a cuanto funcionario vivito que viniese a nombre de su revolución, sustraer  los dineros al pueblo, golpeando con esta medida  el mal de la corrupción en la entonces Gran Colombia.  El 03 de Mayo de 2016  en El Decreto del Ladrón, se dictan providencias para restringir y diferir las mociones de censura que se hagan desde la Asamblea Nacional, contra los Ministros incursos en delitos de corrupción.

El Decreto emitido por el Libertador desde el Palacio Dictatorial de Lima comienza señalando que teniendo Presente: 1°–Que una de las principales causas de los desastres en que se han visto envuelta la República, ha sido la escandalosa dilapidación de sus fondos, por algunos funcionarios que han invertido en ellos; 2°–Que el único medio de extirpar radicalmente este desorden, es dictar medidas fuertes y extraordinarias contra la corrupción. Mientras que El Decreto del Ladrón ordena restringir y diferir las mociones de censura que se hagan desde la Asamblea Nacional contra sus ministros, porque las mismas tienen como consecuencia la remoción del cargo del funcionario censurado, según la Constitución.

El Dictador Plenipotenciario del Perú y Presidente de Colombia, en uso de sus atribuciones y verdadero enemigo de los asaltadores de la cosa pública, decreta que todo funcionario público, a quien se le convenciere en juicio sumario de haber malversado o tomado para sí de los fondos públicos de diez pesos arriba, queda sujeto a la pena capital. En cambio, el Decreto de Ladrón, restringe y difiere las mociones de censura que pudiera acordar la Asamblea Nacional,  contra sus Ministros, una vez que la mayoría opositora del Poder Legislativo aprobó una moción de censura contra el ministro Rodolfo Marco Torres, por no comparecer ante los Diputados para informar sobre la situación alimentaria de Venezuela.

El caraqueño y sin duda venezolano a carta cabal, en el mismo Decreto le advirtió a los jueces que no cumplieran con la ley, que sufrirían la misma condena, y dio la facultad de poder denunciar los casos de corrupción a cualquier ciudadano: “Artículo 2º.- Los Jueces a quienes, según la ley, compete este juicio, que en su caso no procedieren conforme a este decreto, serán condenados a la misma pena. En tanto que en  El Decreto del Ladrón, el Gobierno se está escudando en el Estado de Excepción, para proteger a sus funcionarios corruptos, amparado por una Sala Constitucional, empeñada en trasgredir la misma Constitución Bolivariana y tapar cualquier  delito de peculado contra los bienes públicos.

 

El Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y  Libertador de Cinco Naciones, en su mismo decreto  anticorrupción, como fiel creyente de la soberanía popular y del control que debería ejercer los ciudadanos sobre los funcionarios del gobierno, establece en su  Artículo 3º:Todo individuo puede acusar a los funcionarios públicos del delito que indica el Artículo 1º.  Mientras que en El Decreto del  Ladrón, se pretende desconocer la voluntad popular que se pronunció el pasado 6 de diciembre; al colocar a la nueva Asamblea Nacional, en una condición de tal acorralamiento, que de imponerse el pretendido decreto, no podrá  legislar, tampoco  manejar el presupuesto y  por supuesto no podrá  vetar a ningún  Ministro.

Simón Bolívar, como máximo líder de la campaña independentista del Sur y Autoridad Suprema de la República de Colombia, muy temprano  tomó medidas para acabar con los actos de corrupción, los cuales consideró uno de los peores males para la causa de la libertad.  El Decreto del Ladrón, ante de lo que cantara el gallo, tomó medidas para evitar que quienes se apropiaron más de 300 mil millones de Dólares, puedan pagar no con la pena de muerte, sino al menos con cárcel y recuperación de lo asaltado.  Nuestro Libertador murió descamisado, el firmante de El Decreto del Ladrón y todos sus compinches, aspiran morir ahogado  en dólares, que  a nombre de una revolución  bolivariana un remardecío día se robaron.

 

DC / Douglas Zabala / @douglazabala

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...