Con 18 años recién cumplidos, Elle Fanning ya no es una promesa, como lo demostró hoy en Cannes con «The Neon Demon», un complejo filme de Nicolas Winding Refn, en el que brilla por encima de sus compañeros y de la propia historia, pero la joven asegura que lo más importante «es ser normal».
«Este año me graduo en el instituto y aún vivo con mis padres, tengo una estupenda familia que me pone los pies en la tierra», dijo sonriente la actriz, nerviosa y excitada en su primera visita al Festival de Cannes.
EFE