El comerciante colombiano, Jairo Rodríguez Saldaña (59), fue localizado sin vida dentro de su apartamento ubicado en una residencia de la calle Guasimo, en El Calvario, el pasado sábado. Un inquilino del señor halló el cadáver luego de verificar a través de una ventana, alarmado por el olor putrefacto que salía de la habitación.
Las cerraduras no estaban forzadas. El cadáver yacía en su habitación con golpes en la cabeza y signos de estrangulamiento. Tenia una data de muerte de dos días, es decir, fue asesinado la noche del jueves. Esa tarde fue visto por última vez con vida por los vecinos.
Del inmueble se robaron una computadora y su billetera con sus documentos. El hombre vivía solo pero tenia alquilada una habitación a una pareja. Se ganaba la vida con las ventas de un kiosko de revistas y golosinas que tenía en Chacao.
Rodríguez era natural Aguachica, en el Departamento del Cesar, en Colombia. Tenia tres hijos que viven en el país vecino y tuvieron que venir a Venezuela para hacer los trámites de retirar el cuerpo que será enterrado en Merida donde tienen familia.
El comerciante tenía ocho años con el kiosko,contó su hija Maira Rodríguez, quien arribo al país este fin de semana. La mujer no hizo petición alguna a las autoridades. “Para mi esto se va a quedar así. Nosotros vinimos a enterrarlo y no regresamos a Colombia”, comentó.
DC | Caraota Digital