Fuerzas policiales de toda Grecia están siendo destinadas a Idomeni para desalojar en los próximos días el campo de refugiados de Idomeni improvisado de refugiados, donde sigue habiendo casi 8.500 personas.
«El papel de la Policía será evitar que se produzcan enfrentamientos y contribuir al traslado de los refugiados a los centros de acogida», señaló un portavoz policial.
El portavoz del Gobierno para asuntos de refugiados, Yorgos Kyritsis, explicó que esperan que el desalojo y traslado a centros gubernamentales se lleve a cabo en un plazo de diez días, aunque no concretó cuándo comenzará.
Kyritisis señaló que será una operación similar a la ocurrida hace unas semanas en el puerto del Pireo, en cuyo campamento improvisado llegó a haber más de 5.000 personas, la mayoría de las cuales fueron trasladadas a centros organizados, con vistas a desalojar los muelles del puerto durante la temporada turística.
Desde Idomeni se ha trasladado ya en los últimos 15 días a unas 2.000 personas a otros centros recién estrenados en el norte de Grecia, dijo Kyritsis en una entrevista a la cadena de televisión privada Skai.
«En este momento tenemos disponibles 6.000 plazas en centros de acogida, tendremos 8.000 en unos días», añadió el portavoz, quien dijo que se trata de centros de buena calidad, con cabañas, y no con tiendas de campaña, un factor que espera sirva para motivar a los refugiados a aceptar su traslado.
El Gobierno ha informado además de que los refugiados tan solo podrán obtener en los campamentos oficiales una prórroga del permiso de estancia de un mes que reciben al inscribirse a su llegada a Grecia.
A la mayoría de los refugiados este permiso les ha caducado, por lo que el Gobierno espera que esta decisión sirva igualmente como incentivo.
En Idomeni, según los datos oficiales, permanecen a día de hoy 8.424 personas, la mayor concentración de refugiados en Grecia, donde hay más de 54.000 refugiados repartidos por el país.
La esperanza de poder cruzar la frontera permanece, a pesar de que la Antigua República Yugoslava de Macedonia (FYROM) selló su frontera hace ya dos meses, y por eso miles de migrantes y refugiados se niegan a abandonar las vías del tren y las tierras de labranza donde se han instalado, a unos metros de la frontera.
La intención del Gobierno griego es trasladar voluntariamente a estos miles de refugiados a centros del gobierno, aunque muchos rechazan quedarse en los campamentos montados por el Ejército una vez que comprueban el estado de las instalaciones.
Mientras tanto, en el centro de acogida oficial de Quíos medio centenar de refugiados continuaba hoy la huelga de hambre iniciada la semana pasada en protesta contra la lentitud con la que se está llevando a cabo el programa de reubicación a otros países europeos, según los medios locales.
Los refugiados exigen información precisa sobre las consecuencias del acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía, que se puso en marcha el 20 de marzo, y además reclaman que se acelere el examen de sus demandas de asilo y del programa de reubicación a otros países de Europa y Norteamérica.
EFE