El diputado a la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, aseguró que el abogado venezolano Gustavo Tovar Arroyo administraba el perfil en Twitter que supuestamente pertenecía a uno de los delincuentes más buscados en Venezuela José Antonio Tovar Colina, conocido como “El Picure”.
A continuación el comunicado:
Haciendo uso de mi derecho constitucional a réplica envío el siguiente comunicado:
He recibido con asombro -boquiabierto- la más reciente acusación que levanta sobre mí la dictadura chavista a través de uno de su más perversos personeros, el presunto narcotraficante, reconocido autócrata y sobreseído asesino por lamatanza de venezolanos inocentes el 4 de febrero de 1992, Diosdado Cabello.
No por extravagantes e insensatas que sean las difamaciones del régimen debo dejar de contestarlas. El que calla ante la dictadura criminal y asesina otorga. Y yo prefiero ni otorgar ni callar ante los verdugos de nuestra Venezuela. No les tengo miedo.
Según se desprende de una noticia aparecida en el portal Noticiero Digital: “Diosdado Cabello, aseguró este martes que el abogado y columnista Gustavo Tovar Arroyo es ‘uno de los artífices que está detrás’ de la cuenta Twitter de José Antonio Tovar Colina, alias ‘El Picure’.”
Rechazo rotundamente por difamatorios y falsos los señalamientos de Diosdado. Además de estrambóticos -como todo lo que hace este régimen criminal- no tienen el más remoto asidero con la realidad. No tengo nada que ver con la supuesta cuenta del criminal conocido como “El Picure”, de quién no tenía idea de su existencia sino hasta que leí sobre él en el libro de Leopoldo López donde se señala que “El Picure” era amigo y protegido de Tareck El Aissami (otro criminal).
En cuanto a las temerarias y absolutamente ridículas acusaciones de Diosdi Cabello, señalo:
1. Son falsas, lunáticas, y desproporcionadamente imbéciles. No tengo nada que ver con el criminal chavista e integrante del cartel de los narcosobrinos Flores, conocido como “El Picure”. Ni lo conozco, ni sé nada de su cuenta de twitter, ni la controlo ni la sigo. Aunque me cuesta responder a semejante idiotez, me veo obligado moralmente a hacerlo.
2. No me vinculo con asesinos ni con narcotraficantes, por eso no me junto con chavistas, mucho menos cuando sé todo el daño que su corrupción y perversidad le han hecho a Venezuela. “El Picure” era chavista y madurista, insisto, no me vinculo con semejantes cosas. Habría que preguntarle a Tareck El Aissami sobre él, yo no tengo ni idea.
3. No necesito cuenta falsas, ni parodias, ni identidades postizas para señalar a los cuatro vientos y en todas las tribunas mundiales mi repudio total, absoluto, “pleno como la luna llena”, al oprobioso y delincuencial régimen chavista. Mis artículos, mis opiniones y mis acciones públicas así lo demuestran. Soy un activista de la noviolencia y como tal, a través de mis palabras y mis ideas desafío al chavismo asesino y lo seguiré haciendo hasta que recuperemos la libertad y la democracia.
4. Pese a que me dignifica y honra que un pervertido como Diosdi Cabello me acuse con sus idioteces, no puedo negar mi absoluta sorpresa frente a la fijación emocional que ejerzo sobre él y debo confesar que temo por mi vida, no vaya a quererme “devorar vivo” ese cavernícola o golpear con su mazo-plumero cuando me conozca en persona. Ejerzo sobre él un frenesí que no logró comprender.
5. Confieso que tengo suficientes dificultades para manejar mi propia cuenta de twitter como para dedicar mi pensamiento y tiempo al manejo de la cuenta de un criminal chavista como era el protegido de Tareck El Aissami, conocido como “El Picure”. ¿A quién se le ocurre semejante pendejada? Sólo a Diosdi.
6. Por último, aprovecho la ocasión para motivar al pueblo venezolano para seguir unidos, luchando con integridad para recuperar a nuestra bella nación y liberarla de la peste chavista, movilizados social y políticamente hasta que logremos alcanzar ese maravilloso sueño de libertad que tanto nos inspira y reúne.
Venezuela vale nuestro esfuerzo. Mientras nuestro aliento sea capaz de empañar una lámina de vidrio seguiremos luchando por su libertad.
Gustavo Tovar Arroyo