Eso fue lo que escribió ayer en su cuenta de Twitter Carlos Valverde, el periodista que hace tres meses provocara un escándalo en Bolivia al mostrar un certificado de nacimiento de un presunto hijo del presidente Evo Morales y de la empresaria Gabriela Zapata.
El certificado Valverde se lo había mostrado a los medios el 3 de febrero, para sustentar su denuncia de que el gobierno adjudicó contratos millonarios a la empresa china CAMC porque su entonces gerente comercial, Zapata, era madre de un hijo del mandatario.
Ante eso, Morales reconoció haber mantenido una relación de dos años con Zapata, entre 2005 y 2007, pero aseguró que ésta le dijo que un hijo de ambos había muerto poco después de nacer.
Y dijo que, en caso de que estuviera vivo, lo quería conocer.
«Tengo derecho a conocer a mi hijo, a cuidarlo, a protegerlo, es mi obligación. Espero que me lo traigan en las próximas horas», declaró Morales el 29 de febrero.
Y como Zapata se negó a ello, Morales interpuso una demanda ante un juez para que la mujer presentara al niño en un plazo de cinco días, algo que al final se hizo en una audiencia reservada.
Este miércoles, sin embargo, el periodista que destapó el presunto escándalo aseguró que aquél niño no es el presunto hijo de Morales y Zapata, ya que éste jamás existió.
«Tengo la información de que el hijo de Evo Morales con Gabriela Zapata efectivamente no habría nacido. Que existe un niño, existe un niño, de acuerdo a la información seria que tengo; pero ese niño no es hijo de Gabriela Zapata ni de Evo Morales, o peor, de los dos», explicó en su programa de radio Antes que sea tarde.
«Gabriela Zapata estuvo usando ese chico como si fuera su hijo, presentándolo como si fuera su hijo«, añadió.
Según el periodista, el niño en realidad sería el nieto de una mujer llamada Pilar Guzmán, quien se identificó como la tía de Zapata.
Y ya el pasado 6 de mayo la juez Jacqueline Rada había dictaminado que «se ha evidenciado que no existen otros registros que acrediten y confirmen la existencia física del sujeto de protección».
Según la juez, Zapata rehusó someterse a una prueba de ADN que pudiera demostrar que el niño presentado es hijo del mandatario.
Ahora, coincidiendo con las declaraciones de Valverde, el abogado del presidente Morales, Gastón Velásquez, presentó una denuncia contra Zapata y sus abogados, Eduardo León y William Sánchez, así como contra Pilar Guzmán.
El abogado los acusa de alteración y sustitución de estado civil, trata y tráfico de personas, sustracción de un menor, falsedad material y falsedad ideológica, además del uso de un instrumento falsificado.
Ante esto, el fiscal Héctor Arce confirmó que los abogados de Zapata y ella misma deberán ser investigados.
«Hemos escuchado al señor (William) Sánchez Peña, quien dijo que él da fe de la existencia del niño», dijo.
«Entonces todo eso tendrá que ser drásticamente investigado, porque no se puede jugar con la tranquilidad y la salud emocional de los niños».
Según los partidarios del presidente, la acusación de tráfico de influencias contra el gobierno de Evo Morales influyó sobre el desastroso resultado del mandatario en la consulta por la reforma constitucional planteada el 21 de febrero.
El resultado le cerró la puerta una nueva reelección de Morales, y fue la primera derrota de electoral del mandatario boliviano en los 10 años que lleva en el cargo.
DC|BBC