Presidente es un asunto de justicia, por José Pons (@joseponsb)

La justicia no pertenece, en términos ideológicos a la Derecha o la Izquierda, es en sí un acto que ocupa un plano de la existencia humana de muy vieja data y que logra establecer el bien del mal, como también, logra evidenciar en una sociedad compleja y plural como la venezolana, la argentina o la del Brasil, la suma general de actos que han afectado a un  ciudadano, sus familias y las comunidades que pertenecen a tal cual país.

 

La justicia en una nación fortalece la gobernabilidad de un gobierno, ya que, esta proviene del pueblo y no del gobierno que la obstante; lo cual indica que por razones lógicas deberemos establecer que a mayor sean las injusticias, mayor será la ilegitimidad y esto nos lleva a entender claramente el Artículo 350, de la CBV. “El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos”.

 

Sea por las razones que sean, nuestro contexto actual nos lleva a  entender que la situación es ilegitima y la corrupción y el uso de las armas de la Republica, mantienen un control que los “legitima” todavía como gobierno del País. Una sociedad democrática, sea la de Argentina y hoy la de Brasil, la justicia en el marco de los valores democráticos de la Republica han logrado los cambios necesarios de estas regiones. La legitimidad prevalecerá ante la justicia con que se gobierne.

 

“Ser víctima de una gran injusticia”, dicho así, por la Presidenta saliente de Brasil, es entender que el tema de tal justicia no se entiende por ella, hasta ahora que le toca vivirla y padecerla. Mientras su mirada sesgada de las injusticias provocadas por una gestión de gobierno, tildada por corrupción, complicidad y manejos turbios, dieron origen a un sociedad de víctimas en sus  Derechos Sociales y Humanos. Lo cual muestra un gobierno de Dilma Rouselff, deslegitimado y con un rechazo del 82% de sus ciudadanos.

 

El complot de estos gobiernos comunistas, pro Castristas. Llegan poco a poco a su fin, aquellos que por convicción somos demócratas vemos en estos cambios, como la justicia se abra camino en la región, lo cual, sin duda alguna como lo asevero el Presidente Maduro le toca a su gobierno. La espada de Damocles, ejemplifica y señala el final de una injusta y deslegitimada acción de gobierno, donde el derecho a la vida de un pueblo, fue sistemáticamente degradado a la miseria y al hambre.

 

Por lo demás, entender la incapacidad de los pocos o muchos esfuerzos que realice el gobierno venezolano por permanecer, será en vano, tienen que entender que la justicia, es un valor moral que se abre camino ante cualquier adversidad. Lo más digno es la renuncia, lo mas oprobioso es darle larga a esta cadena de injusticias que realmente no se merece el pueblo de Venezuela. Usted decide Sr. presidente.

 

Dr. José Pons B/ Movimiento de Ascenso Social/@joseponsb

 

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