1. No te sobreentrenes
Demasiadas personas creen imposible que una corredora amateur llegue a sobreentrenarse, pero suele suceder cuando se intenta hacer demasiado en poco tiempo y superamos la capacidad de adaptación que tiene nuestro cuerpo. Si llegamos a esta instancia, habrá dos opciones, detenernos y recuperarnos o seguir y lesionarnos; de ti depende cuál de las dos opciones tomes.
2. Realiza calentamientos
Acostúmbrate a preparar tu cuerpo para rendir mejor durante los kilómetros que corras. Para un entrenamiento, bastarán unos 10-15 minutos de trote a ritmo muy suave, y luego dar inicio a la rutina del día. Nunca entrenes velocidad sin haber entrado en calor, las posibilidades de lesión serán mayores. Antes de una carrera, realiza el calentamiento; considera que si quieres tener buenas marcas no puedes utilizar los primeros kilómetros para empezar relajada la carrera.
3. Nunca realices entrenamientos duros dos días consecutivos
¿Qué consideramos entrenamientos duros? Tiempo, fondos, sesiones de velocidad, son algunas de las rutinas duras que tocarán en nuestro plan. Alterna días duros, con días fáciles y así disfrutarás más y pasarás menos tiempo lesionada.
4. No olvides tu técnica
Te ayudará a ser una corredora más eficiente y a mantenerte alejada de las lesiones. No creas que por estar empezando no puedes trabajar en tu forma de correr.
5. Nunca corras con dolor
Si sientes dolor, no corras. Si estás cansada y sientes las piernas molestas, modera tus entrenamientos. Aprende a distinguir el dolor del cansancio. Tomarte un día de descanso es mucho mejor que pasar una temporada entera entre médicos y rehabilitación.
6. Estiramientos
Al terminar de correr nunca olvides realizar estiramientos completos, de los miembros inferiores y del resto del cuerpo. Estos son de los mejores amigos que podemos tener para evitar lesiones, el problema es que muchos corredores recién toman conciencia cuando ya se han lesionado. Si tienes poco tiempo, mejor correr unos minutos menos, antes que saltarte tus estiramientos.
DC|EM