El vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, arremetió hoy en Florida contra el Gobierno venezolano, al que acusó de “continuar cometiendo graves violaciones de los derechos humanos” e “intimidando” y “silenciando” a los opositores.
Biden se mostró, además, “profundamente preocupado” por la situación económica del país suramericano, preso, según dijo, de la “escasez de alimentos, falta de medicinas y agua, apagones” y tasa disparada de homicidios.
El vicepresidente hizo estos comentarios en una conferencia celebrada en la Universidad de Tampa, en el oeste de Florida, ante empresarios locales, organizada por la Cámara de Comercio de esta ciudad costera.
Durante su intervención, Biden expresó su satisfacción por la formación en Venezuela de una Asamblea Nacional que, ahora sí, “representa la diversidad de la visión política del país”, pero no evitó condenar a un Gobierno que encarcela a los opositores “en condiciones inhumanas”, negándoles el debido proceso.
El vicepresidente pidió expresamente la liberación del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, y del dirigente opositor Leopoldo López, dos liberaciones “absolutamente necesarias”.
También reconoció que EE.UU. tiene “todavía verdaderos desacuerdos con el Gobierno” cubano sobre materia de derechos humanos, pero que la nueva era de relaciones con la isla ha traído “múltiples beneficios”.
“Tenemos todavía verdaderos desacuerdos” con el Gobierno cubano en relación con las “libertades básicas” de sus ciudadanos y “seguiremos” abogando por la “protección de los derechos humanos” en la isla, subrayó Biden.
Aseguró que EE.UU. ha experimentado un cambio de paradigma en su relación y posición respecto de la región. Ahora, precisó, “en lugar de dictar, lo que queremos es escuchar”.
Un cambio de actitud cuyo resultado está, dijo, a la vista. “Estamos en mejor posición que nunca antes” en la región, en la relación con nuestros vecinos. Nuestra relación es la mejor de la historia de Estados Unidos”, sentenció.
En ese contexto, Biden recordó una ocasión en que el presidente de EE.UU., Barack Obama, le preguntó de manera informal “qué haría con el hemisferio”, y él le respondió que la “relación con la región tenía que fundarse en el respeto mutuo”.
Así, el nódulo de esta problemática no radica en preguntarse “¿qué podemos hacer por la región?”, sino, como vecinos, “¿qué podemos hacer con la región?”, aclaró Biden.
Tras mencionar los “cambios vitales” que ha experimentado Latinoamérica, una región donde la “democracia es ya la norma, y no la excepción como antes”, pasó a destacar la relación energética que mantiene Estados Unidos con México y Canadá y la importancia de preservar la “seguridad energética” en la región.
El vicepresidente aseguró que solo fortaleciendo la seguridad energética, siendo esta “asequible y eficaz”, se puede facilitar a los ciudadanos el acceso a los mercados, al trabajo y crear un marco real de oportunidades.
A continuación, puso en valor el restablecimiento de las relaciones con Cuba, un paso que ha creado “nuevas oportunidades para los negocios estadounidenses en el emergente sector privado cubano”.
En ese sentido, el incremento de la “flexibilidad” en las relaciones bilaterales ha supuesto, además de “múltiples beneficios”, “importantes dividendos en política exterior”.
Se refirió también, tras condenar el “cáncer de la corrupción” en la región, a la “oportunidad” que se abre de “restaurar nuestras relaciones con Argentina”, cuyo presidente, Mauricio Macri, ha puesto en marcha una “ambiciosa agenda de reformas” y la vuelta a la comunidad financiera internacional.
DC | EFE