1. Retirar el preservativo antes de tiempo
El 35% de los hombres, según el Sensual Healths, retira el preservativo antes de haber eyaculado. ¿Su motivo? La falta de sensibilidad que experimentan al colocarse el condón. Si es el caso de tu pareja, en la actualidad existen diferentes tipos de preservativos, como los de poliuretano o de un látex, casi invisible y muy fino para maximizar la sensibilidad durante vuestros encuentros. Recuerda que el preservativo debe retirarse una vez que el chico haya eyaculado, todavía con el pene en erección y así evitar que los espermatozoides puedan penetrar en la vagina y exista posibilidad de embarazo.
2. Usar una talla grande o colocarlo antes de tiempo
Sí, los preservativos también tienen talla… ¿lo sabías? Si estás en medio del acto y el condón se resbala, lo más seguro es que no estéis usando la talla apropiada. El preservativo ideal debe envolver el pene desde la base hasta la punta, dejando un pequeño espacio entre la cabeza del pene y el condón, para el momento de la eyaculación. Además, el preservativo debe colocarse con el pene totalmente en erección, de esta manera evitarás que se pueda quedar dentro de la vagina o que quede aire en su interior y se rompa cuando se proceda a la penetración.
3. Desenrollar el preservativo antes de colocarlo
Sentimos decírtelo pero el condón no es un calcetín que debas desenrollar antes de pasar a la acción. Tomate tu tiempo, espera a que ya esté situado en la punta del pene para comenzar a desenrollarlo. No te olvides de ponerlo con el pene totalmente en erección y de asegurarte que lo estás poniendo del lado correcto (si no se desliza hacia abajo, lo estáis poniendo al revés), una vez comiences a colocarlo, aprieta la cabeza del preservativo para evitar la entrada de aire.
4. Abrir el paquete con dientes o uñas
Queda muy sexy, lo sabemos, pero por favor STOP a abrir el envoltorio del preservativo con los dientes ni con uñas afiladas. Además de poder romper el condón, os habréis quedado sin diversión. Abre el preservativo por sus bordes en forma de zig zag diseñados para una fácil y rápida abertura y como si de un sobre de kétchup se tratara, coge por fuera el preservativo y empújalo hacia arriba hasta que salga solo para poder cogerlo con total seguridad con los dedos.
5. Fecha de caducidad y mal almacenamiento
Por prisas o por confianza, muchas veces no miramos la fecha de caducidad del preservativo y esto puede conllevar la rotura del mismo o incluso reacciones en los genitales por el mal estado del espermicida o lubricante que estos llevan impregnados.
Si lo almacenas en la cartera “por si…” durante días o semanas, ten en cuenta que este lugar está expuesto a calor y luz, eso hace que el látex se degrade y sea más fácil su rotura. Si crees que vas a necesitarlo, guarda un par y asegúrate de usarlo o de que vuelvan a un sitio fresco y seco. Lo mejor es conservarlo en su caja original y, si lo llevamos encima, que sea en un bolsillo donde no vaya a estar en contacto con otros objetos o donde no vaya a ser aplastado (nada de bolsillos traseros donde nos podamos sentar encima y dañarlo).
DC|Cosmopolitan