Los trabajadores del sector eléctrico se declararon en huelga de hambre antes de ir a un paro nacional, tras la negativa del gobierno de Nicolás Maduro de firmar el contrato colectivo del sector, vencido hace cinco años.
La información la ofreció Reinaldo Díaz, miembro del secretariado ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Industria Eléctrica de Venezuela (Fetraelec), quien dijo que, pese a que el convenio – que ampara a unos 40 mil trabajadores activos y a 10 mil jubilados – tiene un año y 10 meses de negociaciones, no se ha concretado.
“Se le entregó una propuesta sobre las cláusulas económicas al presidente Maduro el pasado 26 de febrero, y todavía no tenemos respuesta. Y mientras las negociaciones están congeladas, los trabajadores de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) continúan con un salario de hambre, con sus utilidades empeñadas para poder comprar medicinas, para medio comer, para pagar las deudas en los colegios de sus hijos”, manifestó el vocero.
Dijo que las cláusulas incluyen tabulador salarial, aumento del salario, utilidades, vacaciones, HCM, plan de jubilación, ticket de alimentación y ticket de juguetes, entre otras figuras.
“Quisimos transformar la negociación de conciliatoria a pliego conflictivo, pero el Ministerio del Trabajo rechazó el pliego. Además de eso, Corpoelec está muy militarizada: el general que dirige el área de talento humano, por órdenes del propio ministro Luis de Motta Domínguez, publicó una prohibición de las asambleas de trabajadores, de las concentraciones a las puertas de empresa, para evitar que reclamemos nuestros derechos laborales”, expresó el declarante.
“En vista de esta situación inhumana hemos asumido una huelga de hambre – que ya se inició en Carabobo – y que desde este martes la vamos a continuar ya con dirigentes nacionales sindicales de diferentes estados del país. Mi llamado es a la dirigencia obrera a organizar la huelga de hambre y su vigilia permanente”, urgió.
Apagón salarial
Aclaró que las cláusulas sociales ya se han firmado en 90 % del contrato colectivo, pero en cuanto a las económicas la empresa se ha negado a negociar. “Lo que han planteado es una reingeniería de la convención colectiva hacia abajo, incluso, en contra de beneficios que hemos logrado”.
“Por ejemplo, el tabulador se construye con base en 12 niveles, donde el primer nivel es 1,5 veces el salario mínimo nacional. Eso quiere decir que si se mueve el salario mínimo nacional debe moverse el tabulador y así cada nivel. Pues resulta que tenemos tres aumentos del salario mínimo nacional y no se mueve el tabulador desde el 2015. En el tabulador de los operadores, 10 niveles se encuentran igual que el salario mínimo nacional”, reclamando que trabajadores con 30-35 años de servicio, que tienen la responsabilidad de la generación del servicio eléctrico a la comunidad, ganan salario mínimo nacional.
“Lo que si son rápidos es para acusarlos de saboteadores cuando ocurre algún accidente en alguna planta”, demandó.
Destacó, en este particular, que en la lucha por la convención colectiva en las Inspectorías del Trabajo se han presentado calificaciones de despido contra trabajadores de Aragua, Carabobo y Lara; les han suspendido los sueldos y las tickeras; y, lo peor, agresiones por parte de representantes patronales; así como la detención de empleados de la empresa Termozulia, tan solo por exigir que se les cumplan sus reivindicaciones.
“A mí, en mayo, funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) intentaron amedrentarme en la sede de Corpoelec, en Chacao”, denunció.
“Vuelvo a formular un llamado al primer mandatario para que, de una vez por todas, dé la cara y le responda a los trabajadores del sector eléctrico con la firma de esta convención colectiva. Nosotros estamos agotando todo lo que podemos para no comprometer el servicio”, concluyó el portavoz sindical.
DC|UV